Mediante la resolución 3060 del 3 de noviembre del 2020, la secretaría de Infraestructura de la Gobernación de Sucre, declaró el siniestro de la obra de rehabilitación de la vía Toluviejo-Colosó, por incumplimiento del contratista Unión Temporal Colosó Vial.
A casi dos años después de esta determinación, la vía sigue como si en 20 años no se le hubiera invertido un peso, y quedó convertida en un elefante blanco. Y lo peor, aparentemente no existe ninguna investigación por parte de los órganos de control, y ni siquiera reclamación por este hecho.
Según lo afirmó la Secretaría en ese entonces, los perjuicios causados por el siniestro por el riesgo de estabilidad de la obra estaban alrededor de los $8 mil 319 millones 749 mil 137, costo del contrato firmado en el 2013, que buscaba dejar en óptimas condiciones este carreteable.
El mencionado contrato fue celebrado el 28 de junio de 2013 entre la Gobernación de Sucre, en ese entonces en cabeza del corrupto Julio César Guerra Tulena, y el contratista Unión Temporal Colosó Vial.
El acta de inicio fue firmada el 9 de septiembre de 2013. El acta de recibo de la obra fue suscrita el 3 de diciembre de 2015, y el 25 de enero de 2016 la Gobernación de Sucre realizó la primera visita a los trabajos, en la que se evidenciaron fisuras en la carpeta asfáltica en varios kilómetros.
Según lo establecido en las inspecciones de funcionarios departamentales, un mes después de recibida la obra, se evidenciaron fisuras en la carpeta asfáltica, y en marzo de 2016 se encontraron grietas incipientes, longitudinales, de bordes, de medialuna, de bloques, deformaciones, hundimientos y parches, por lo que solicitaron de manera urgente las reparaciones del caso.
Es decir, apenas unos meses, luego de ser recibida, la carretera ya presentaba todo tipo de daños, como si nunca hubiera sido sometida a una reparación costosa por demás.
Pese a los constantes llamados y solicitudes al contratista para la reparación de los daños encontrados, hechos por la Gobernación desde el 2016 hasta el 2019, las firmas Ingeniería, Equipos y Construcción – Inenco SAS y Odeka SAS, durante este tiempo, no hicieron más que prometer lo que nunca cumplieron y según funcionarios de la Gobernación lo que hicieron fue Incumplir, en todo momento, cronogramas que se establecían y alegar cualquier excusa y así se dilató durante años el plan de recuperación.
Con la resolución mencionada el secretario de Infraestructura de Sucre de ese entonces, Saúl Martínez Pineda, declara el siniestro por la no inversión del anticipo e hizo efectivo el amparo del buen uso y correcta inversión contenido en la garantía única de cumplimiento.
En total se suponía que iban a quedar rehabilitados 12,3 kilómetros de vías, con una interventoría que tuvo un costo de $329.231.756,80, y estuvo realizada por el Consorcio Interventoría Vía Toluviejo-Colosó 2013, representado legalmente por Óscar Padilla Hernández.
Lo peor es que el valor de la póliza de estabilidad y calidad de la obra No 3002462 expedida por la aseguradora La Previsora S.A Compañía de Seguros que ampara el contrato de obras LP-04-2013, apenas cubre la cuantía de $831 millones 974 mil 914, es decir, un escaso 10% de los recursos asignados para este contrato. En resumen esa platica, se perdió.
Esta contratación y su triste final, refleja bien lo que fue el mandato del exgoberandor de Sucre, Julio César Guerra Tulena, quien a sus 89 años enfrenta aún, varios procesos judiciales por corrupción.
En el 2019, la Fiscalía le imputó los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación por irregularidades en contratos para la distribución de cartillas escolares.
Guerra Tulena hace parte de una casta política que ha mandado durante años en el departamento. Fue presidente del Congreso, alcalde de Sincelejo, concejal, representante a la Cámara y luego senador.
Según la Fiscalía, en el 2012 como gobernador, Guerra Tulena “intervino” en la adjudicación del contrato para la dotación de libros a la empresa Los Tres Edirores S.A.S. Dicho acuerdo era por un valor de $1.535 millones y beneficiaría a 36 colegios en cinco municipios de Sucre. Se compraron más de 23 mil libros.
De acuerdo con el ente acusador, se violó el principio de transparencia desde el momento de la planeación del proyecto, pues el exgobernador permitió que el proveedor Los Tres Editores S.A.S. se apropiara «de manera injustificada de recursos del departamento». Dijo que el detrimento fue de $828 millones, pues libros que costaban unos $36 mil pesos eran cobrados a $70 mil pesos.
Además de esta investigación el exmandatario está en la lupa de la Fiscalía por irregularidades por las que fueron judicializados altos exfuncionarios de su gobernación.
Otro de ellos es por el caso de cientos de pacientes inexistentes que supuestamente sufrían problemas mentales y a quienes se les ordenaban los mismos tratamientos y llevó a juicio a Efraín Jesús Suárez Arrieta, exsecretario de Salud de Sincelejo; Jorge Madera Lastre, exsecretario de Salud de Sucre, y el contador personal de Guerra, Ronaldo Herazo Bertel.
El expediente habla de ‘comisiones’ de entre el 20 y 30 por ciento con destino al círculo del entonces gobernador Guerra Tulena, “pues debía recuperar la plata invertida en la campaña a la Gobernación”.
Por la oficina del contador de Guerra, en un céntrico edificio de Sincelejo, pasaron, señala la Fiscalía, representantes de la Clínica Nuevos Amaneceres y la Fundación Nuevo Ser, quienes terminaron beneficiados con los giros irregulares por servicios a pacientes de papel.
En la Contraloría General a este proceso se le denominó ‘cartel de los enfermos mentales’ no solo operó en el 2014 y el 2015 –hechos por los que ya hay un proceso fiscal contra Guerra por un desfalco de 3.000 millones de pesos–, sino que se dio durante toda su gobernación.
Ahora surge este “elefante blanco” de la vía Toluviejo-Colosó, una herencia más por la que Guerra Tulena, no responderá, dada su longevidad.