Una semana después de sufrir una violenta erupción volcánica y el posterior tsunami, Tonga trata de reponerse gracias al goteo continuo de envíos de ayuda humanitaria de un desastre sin precedentes que ha afectado a cuatro de cada cinco habitantes de este archipiélago del Pacífico.
En su segundo comunicado oficial desde que ocurrió el desastre, el Gobierno de Tonga indicó este sábado que el 84 por ciento de la población sufrió las consecuencias de la lluvia de ceniza y el tsunami causados por la atronadora erupción del Hunga Tonga Hunga Ha’apai.
Al igual que los dos días anteriores, el país recibió un avión con un cargamento de ayuda de Nueva Zelanda, que está priorizando el suministro de agua potable, el problema más acuciante, especialmente en algunas islas donde el agua está contaminada con ceniza volcánica.