Aunque EPM, Gobernación de Antioquia y la Ungrd esperaban que cerca de 3.500 personas se sumaran al simulacro de evacuación de este martes en las comunidades aguas abajo de Hidroituango, la población no solo no se movilizó sino que en varias veredas salieron a protestar contra EPM.
La comunidad de Palomas, vereda cercana a Puerto Valdivia, salió a protestar contra el simulacro. Con una cuerda restringieron el paso hacia la costa desde las 9:00 de la mañana. Se quejan de que el punto de encuentro dispuesto por EPM fue una finca en la que ni siquiera se instaló un baño portátil. “Nos querían llevar a un potrero como animales. Es un irrespeto. Nadie cree en EPM”, dijo una de las líderes de la protesta.
En el 12, en el municipio de Tarazá, sus habitantes también salieron a las calles a realizar un plantón y la Alcaldía tuvo que hacerse presente para mediar en la situación. La queja de sus pobladores que EPM no ha sido clara con la información suministrada y tampoco les ha ofrecido verdaderas garantías en medio del proceso de evacuación que ordenó el Gobierno Nacional previo al encendido del proyecto.
Wilmar Parra, líder del corregimiento el 12, explicó las razones por las cuales decidieron protestar durante el simulacro. Según el vocero, se quedaron esperando a algún alto funcionario de EPM con poder de toma de decisiones, pero la empresa solo mandó una delegada que se limitó a decirles que ella “entregaría la razón” de los reclamos de la comunidad a los directivos de la empresa. “Llevamos tres años esperando que les entreguen la razón”.
Según Parra, EPM tuvo tiempo de sobra para acondicionar una logística robusta para prepararse para esta etapa del proyecto que incluía la evacuación preventiva de población. Sin embargo, denuncia que en todo este tiempo lo único que hizo la empresa en el corregimiento fue pintar unas flechas y, a ultima hora, asignar como punto de encuentro para el simulacro unos potreros altos, sin hidratación ni baterías sanitarias.
Pero el problema de fondo, y por el cual dicen que no se acatarán ninguna medida hasta que EPM se siente a dialogar, es la crisis que desencadenó en el corregimiento la contingencia de 2018. “No aparecemos en el registro único de víctimas. Si se mira el nivel del río está más cerca y en riesgo el 12 que el alto de Puerto Valdivia, pero no aparecemos en el mapa de riesgo. Siempre se ha mostrado que la zona de impacto es Puerto Valdivia y salta a Puerto Antioquia, pero el corregimiento el 12, que está a 5 kilómetros de Puerto Valdivia y tiene 3.000 habitantes, no aparecemos en el mapa de riesgo”, señala.
La desazón que llevó a esta zona los vaivenes del proyecto hidroeléctrico han causado, según el líder comunitario, que las inversiones se esfumen. Casas que antes valían $50 millones ya no se pueden vender en más de $20 millones. Negocios que se cotizaban en $100 millones, ahora apenas alcanzan un valor comercial de $40 millones. Tampoco las hacen préstamos para proyectos productivos ni reciben inversión de infraestructura, por los riesgos latentes que acarrea su ubicación.
Por eso esperan sentarse con EPM y definir cuáles van a ser las soluciones de fondo, más allá de una evacuación que no tranquiliza a nadie.
El simulacro estaba pensado para durar cerca de tres horas. A las 11:11 de la mañana el Dagran informó, vía mensaje de texto, que las personas que se movilizaron ya podían retornar a sus casas.