“SI SE ASFIXIAN LAS EPS MÁS GRANDES, HABRÍA 14 MILLONES DE COLOMBIANOS DESAMPARADOS. ¿QUIÉN LOS VA A ATENDER?”: DURO VARILLAZO DE ROY BARRERAS A LA REFORMA A LA SALUD DE CAROLINA CORCHO

La reforma a la salud ha causado pánico en el sector y en millones de colombianos. El presidente Petro dijo que Colombia tiene el peor sistema de salud del mundo. Y la ministra de Salud, Carolina Corcho, asegura en cada intervención que las EPS son las responsables de ver la salud como un negocio y de la debacle del sistema. Por primera vez, Roy Barreras, quien es médico de profesión, se distancia de ambos.

“Hay calificaciones internacionales suficientes para saber varias cosas. Soy el autor de la Ley Estatutaria de Salud. El sistema requiere mejoras urgentes: recuperar la red pública hospitalaria, que está quebrada; eliminar el sistema de administración de las ESE politizadas y corruptas, y garantizar la atención primaria, entre otras”, dijo.

Pero hizo una advertencia contra el modelo que ha planteado Corcho, que comienza por acabar las EPS. “Esas mejoras deben hacerse sin destruir el modelo de aseguramiento y construyendo sobre lo construido. Van 30 años de experiencia de administración en salud, de construcción de redes de prestación de servicios públicos y privados, que no deberían deshacerse. Las EPS tienen que mejorar, pero no pueden desaparecer el modelo de aseguramiento que funciona”, comentó.

Según Barreras, la Ocde, la Organización Mundial de la Salud, las calificadoras internacionales, catalogan el sistema de salud de Colombia como uno de los modelos de aseguramiento más exitosos de América Latina: “Invito a la ministra de Salud a un debate amplio, abierto y tranquilo en los próximos 90 días para que la reforma a la salud que se presente sea una reforma que construya sobre lo construido, que corrija los errores, termine los abusos de algunos sectores del capital privado, pero que no destruya el modelo de aseguramiento”.

Según Barreras, la Ocde, la Organización Mundial de la Salud, las calificadoras internacionales, catalogan el sistema de salud de Colombia como uno de los modelos de aseguramiento más exitosos de América Latina: “Invito a la ministra de Salud a un debate amplio, abierto y tranquilo en los próximos 90 días para que la reforma a la salud que se presente sea una reforma que construya sobre lo construido, que corrija los errores, termine los abusos de algunos sectores del capital privado, pero que no destruya el modelo de aseguramiento”.

La advertencia que hace es muy profunda. “Empezar de cero le generaría un traumatismo enorme a la sociedad colombiana. Y advierto un riesgo: así como se empieza a aliviar la incertidumbre económica y petrolera, aún crece la incertidumbre entre los actores del sector de salud. Si se asfixian las EPS más grandes, las que mejor funcionan, se van del país, y habría unos 14 millones de colombianos desamparados. ¿Quién los va a atender? Los hospitales públicos o la Nueva EPS colapsarían en 15 días porque no pueden asumir toda la red de prestación”, agregó.

ROY BARRERAS: Han sido frenéticos, de cambios profundos y evidentes en macropolítica pública. Recibimos un país con el déficit fiscal más alto de la historia, con la deuda más grande, con pérdida de control de territorio y la seguridad devastada. En los últimos cuatro años se triplicaron los miembros del ELN, las disidencias y el Clan del Golfo. Además, se deslegitimó a la fuerza pública y se llegó a politizar a tal punto que el excomandante del Ejército Eduardo Zapateiro hizo política en la campaña presidencial. Adicionalmente, se deslegitimó el Estado de derecho permitiendo imágenes funestas, como las fotos del Ñeñe al comienzo del gobierno y las de Matamba al final. En estos 100 días hay quienes quisieran que todo ese deterioro se cambiara.

R.B.: Hay cambios profundos: aprobamos la Ley 418 de la paz total, el tratado de Escazú, la reforma tributaria para garantizar 20 billones de pesos en inversión social y seguramente el alivio de la deuda para mejorar la calificación y hacer lo que otros no creían, como recuperar el grado de inversión en un gobierno de izquierda democrática. Avanzan la jurisdicción especial agraria, el Código Electoral y la creación del Ministerio de la Igualdad. Se restablecieron las relaciones con Venezuela y los diálogos con el ELN. Más ambicioso aún, el presidente ha planteado paz total con todos los grupos ilegales, estamos en ese proceso.

R.B.: Faltó una estrategia de comunicación desde la Casa de Nariño que impidiera la disparidad de voces desordenadas en el mismo gabinete. Creo que eso se ha corregido en las últimas semanas. La orden del presidente de tener un portavoz oficial en cabeza del ministro Alfonso Prada seguramente unificará criterios. También ha hecho falta que algunos de los ministros asuman su papel, porque tienen que dejar de ser activistas para volverse ministros. Eso implica saber que se gobierna para todos los colombianos.

R.B.: Apenas llevamos tres meses. Muchos aún están calentando y creo que hay unos que por su experiencia han demostrado compromiso y eficacia. Debo decir que un ministro que no conocía y que había recibido injustas críticas es uno de los que más ha respondido: el ministro de Transporte, Guillermo Reyes. Me tiene gratamente sorprendido, está resolviendo cosas. El ministro Prada está haciendo su tarea, y es notoria la posición coherente y firme del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo. Hay una tarea muy importante que aún no se ve por parte del canciller, Álvaro Leyva: el solo hecho de restablecer las relaciones con Venezuela, recuperar la validez de los protocolos de paz con Cuba y tener una comunicación más privada con Nicaragua para evitar mayores daños en las relaciones.

R.B.: La ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, avanza en medio de las tormentas. Sus últimas declaraciones tranquilizan a los mercados, sabiendo que Colombia seguirá haciendo exploración y explotación de hidrocarburos. La transición energética es necesaria, pero no se hace en 15 días, sino en 15 años, como lo está haciendo Europa. Asimismo, debo decir que habrá un debate de fondo sobre la reforma a la salud. Es necesario que la ministra Carolina Corcho aproveche los próximos 90 días para que consensúe una reforma que mejore el sistema sin echar a perder el modelo de aseguramiento.

SEMANA: ¿A cuáles ministros les metería el acelerador?

R.B.: Al Ministerio de la Igualdad, que todavía no existe.

SEMANA: Me refiero a los ministros que empezaron el Gobierno Petro.

R.B.: Lo invito a hacerle esa pregunta a la oposición.

SEMANA: Algunos analistas atribuyeron la disparada del precio del dólar a las declaraciones controvertidas de Irene Vélez. El ministro Ocampo así lo dejó entrever. ¿Piensa igual?

R.B.: Otros analistas calificados, también con una visión más ecuánime, entienden que la subida del dólar responde a criterios nacionales e internacionales, a la subida de las tasas de interés de la FED, a los riesgos de recesión y al decrecimiento económico de China. Por supuesto, también ha habido, sin duda, la incertidumbre que se generó antes de la reforma tributaria sobre la exploración petrolera. Eso contribuyó a esa subida del dólar, pero hoy no hay incertidumbre.

SEMANA: Si se aprueba la reforma política y el presidente Petro le propone ser ministro, ¿aceptaría?

R.B.: Tengo una responsabilidad con los colombianos y el Pacto Histórico para sacar adelante esta agenda. Tengo una condición de salud que espero me permita terminar mi responsabilidad en la presidencia del Senado. Si Dios quiere y me va bien, espero terminar mi tarea política no en cuatro años, sino en un año. Terminada la presidencia del Congreso, dependiendo de las condiciones de salud, esperaré a retirarme de la actividad política. Se ha hecho lo que se ha podido. Habrá un relevo generacional que asuma otras tareas. Tengo planes de disfrutar más de mi familia, escribir, pero no dejaré la responsabilidad con el presidente Petro de sacar adelante esta agenda. Mientras la salud me lo permita, estaré al frente de esta presidencia.

SEMANA: No me quedó claro. ¿Cuánto tiempo estaría en el Congreso?

R.B.: Espero terminar la presidencia del Congreso. Dependiendo de esas condiciones de salud, probablemente me retire del Congreso terminada la presidencia del Senado. Quiero escribir. Tengo pendiente esa vocación literaria, tengo varias novelas en camino.

Vía W radio

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