Este martes 20 de julio quedará marcado en la historia de la Copa Libertadores por una escandalosa eliminación de Boca Juniors en octavos de final a manos de Atlético Mineiro con una fuerte polémica arbitral que desembocó en varios actos violentos dentro de los camerinos del estadio ‘Mineirao’ tras el partido.
Tras perder la tanda de penales, varios futbolistas de Boca Juniors fueron a increpar a los árbitros en los camerinos y de paso a integrantes del plantel de Atlético Mineiro. Esto por el gol anulado en los 90 minutos más los errores en contra durante el partido de ida en buenos Aires. El tema se salió de control y varios futbolistas como Sebastián villa se vieron involucrados en actos violentos.
La policía militar le dijo a Miguel Ángel Russo que no podía dejar salir el bus de Boca porque iban a imputar delitos a varios jugadores, entre ellos Sebastián Villa, a quien acusan de “crímenes contra el patrimonio». Los protagonistas de la pelea fueron trasladados a una comisaría y ante eso todo el plantel de Boca se plantó allí para no dejar solos a sus compañeros.
Pasaron 12 horas desde el incidente y los jugadores pasaron la noche en el bus frente a la comisaría mientras resolvían el conflicto con las autoridades y solo hasta la tarde de este miércoles volvieron a Argentina a la espera de las determinaciones que tome Conmebol.
Marcos Rojo, Sebastián Villa, Carlos Izquierdoz, Carlos Zambrano y Javier García fueron los jugadores más implicados y todos menos el colombiano tuvieron la facilidad del consulado argentino en Brasil. Además, los directivos Raul Cascini y Jorge Patrón Bermúdez también participaron del escándalo junto al presidente de Atlético Mineiro.
En el caso de Sebastián Villa, el delito que le quieren imputar no pasaría a mayores o podría quedar una causa abierta sin restricción para ir a Buenos Aires, pero aún tiene en su expediente el conflicto jurídico con su expareja Daniela Cortés por maltrato.