Por: Marcos Daniel Pineda
¿Qué sería de la humanidad si nadie hubiera tenido un sueño por alcanzar? Tal vez aún viviríamos en las cavernas o quizá a estas alturas ya no habría rastro de nosotros sobre el planeta.
Quien inventó la rueda seguramente soñó con llegar más rápido y más lejos que los demás y los hermanos Wright construyeron el primer avión a motor, porque tuvieron el sueño de conquistar los cielos.
Tanto la historia como la actualidad nos siguen enseñando que solo de esta manera podemos materializar lo anhelado, sin importar qué tan grande o pequeño sea el sueño; lo demostró ante el mundo el empresario Richard Branson, creador de la marca Virgin, quien acaba de hacer realidad su sueño de niño de viajar al espacio.
Habrá quienes digan que fue posible por su fortuna, siendo uno de los hombres más ricos del mundo. Lo que quizá no saben es que para llegar a ser quien es, luchó contra sus propias limitaciones, porque sufría de dislexia y tuvo muchas dificultades para terminar su escuela, fracasó dos veces en sus primeros proyectos empresariales siendo adolescente, y tras una vida de grandes éxitos, a sus 70 años, viajó como tripulante en el primer vuelo suborbital con fines turísticos.
En esa misma línea, está la colombiana Diana Trujillo, quien desde niña observaba las estrellas y se imaginaba viajando a través de ellas, como una forma de escapar a la violencia que azotaba a su natal Cali. A los 17 años emigró a Estados Unidos, donde trabajó limpiando casas para pagar sus estudios universitarios, llegando a ser jefa de ingeniería del brazo robótico a bordo del Perseverance Rover de la Nasa, que aterrizó en Marte el pasado 18 de febrero.
De vuelta a la Tierra, específicamente al municipio de Barrancas en La Guajira, tenemos el ejemplo de un niño que como muchos, soñaba con ser futbolista, mientras corría tras el balón en una humilde cancha de barro. Gracias a su dedicación y talento, además del apoyo de su padre, saltó a la Selección Colombia Indígena, al Junior de Barranquilla y al Oporto de Portugal, para ser reconocido hace algunos días como jugador revelación de la Copa América con la Selección Colombia de mayores. Es Luis Fernando Díaz, quien compartió el trofeo de goleador con el argentino Lionel Messi. Y podría seguir enumerando personajes nacionales e internacionales que hoy son reconocidos por haber cumplido sus sueños.
El rector de una reconocida universidad de Colombia, decía en el discurso de graduación a sus estudiantes: “déjense llevar hacia donde su estrella los llama, siempre dispuestos a cambiar de estrella o de camino”.
¡Tenemos que soñar con alcanzar nuestra propia estrella! Y si no es posible, sigamos intentando una y otra vez. Nadie puede arrepentirse de ser valiente, no dejemos que el miedo de perder sea mayor que la emoción de ganar. Como lo dijo hace poco Richard Branson, “para la próxima generación de soñadores: si nosotros pudimos hacer esto, imagínense lo que pueden hacer ustedes”.
¡Los invito a pensar en grande y a seguir soñando!