Vladimir Putin se mantendrá en el poder hasta el año 2036, cuando deba cumplir 84 años de edad.
Se perpetúa en el poder absoluto en Rusia, luego que los ciudadanos convocados a las urnas le concedieran esa opción autorizando la reforma de la Constitución en ese país.
Con el voto popular, cuestionado por sus contrarios, Putin extiende otros dos mandatos; hasta 2036.
Para esas votaciones, la participación ciudadana fue del 65%, y de ellos el 77,9% apoyó su inicitiva, según datos de la Comisión Central Electoral
Putin, que lleva dos décadas a los mandos y ha vuelto a jugar la carta del garante de la estabilidad y el patriotismo, calma así las especulaciones sobre su sucesión. Sale con más autoridad, pero también consciente de que ha quemado una baza y tendrá que pilotar un país con una ciudadanía exhausta y una economía en crisis.
Las enmiendas, la revisión más importante de la Ley Fundamental desde que Rusia emergió del derrumbe de la Unión Soviética, en 1991, dan a Putin no solo la opción de volver a postularse a las presidenciales cuando acabe su actual mandato, en 2024, convirtiéndose en el líder que más tiempo ha estado en el poder en la historia moderna de Rusia, también le proporcionarían más influencia sobre la labor de los tribunales y los fiscales.