Preocupados se encuentran los habitantes de las veredas Bajo Grande y Aguas Muertas, donde el único puente que tiene para desplazarse está a punto de caerse y, hasta el momento, ninguna autoridad gubernamental ha llegado a la zona para solventar la grave situación.
Los moradores precisaron que ante el abandono gubernamental construyeron el puente de madera hace años, pero debido a las fuertes lluvias, sol y el peso de los carros que pasan por el lugar se ha ido deteriorando.
El último susto que sufrieron ocurrió en días pasados cuando el puente casi se desprende en su totalidad al pasar un camión pequeño cargado de ganado. Indicaron que afortunadamente en ese entonces no ocurrió una tragedia mayor.
Temen que la edificación improvisada se desprenda y los habitantes de ambas veredas queden incomunicados para salir al casco urbano del municipio o a la vía Santa Lucía – Moñitos.
Los afectados manifestaron que a diario viven con la preocupación que genera el mal estado de este puente. Aseguran que por el lugar transitan niños, adultos mayores y trabajadores, quienes estarían en riesgos.
Elevan un llamado contundente a los diferentes niveles de gobierno para que se apersonen a la comunidad y ejecuten un proyecto que permita la construcción de un puente duradero que beneficie a las comunidades.