El sector gastronómico del país dice que, de aprobarse esta carga tributaria, se frenaría la generación de empleo y volverían los cierres.
Un mensaje de auxilio emitió la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres) ante la aprobación, en comisiones terceras del Congreso de la República, del impuesto al consumo y del IVA para los establecimientos de comidas en el país.
Esta alternativa estaría contemplada en la reforma tributaria o ley de inversión social y correspondería al 8% para dicho impuesto al consumo y el 19 % de tarifa de IVA, que pondrían en graves aprietos a restaurantes, panaderías, cafeterías, pastelerías y heladerías formales, que ya han sido duramente golpeados por la pandemia.
“El sector gastronómico genera en la actualidad el 8 % del empleo formal del país, este porcentaje le permitió al Gobierno y al Congreso otorgar alivios para resistir la crisis que destruyó el 53 por ciento del mismo”, declaró en redes Guillermo Henrique Gómez, presidente de Acodres.
Y agregó: “Si esos alivios no se dejan por más tiempo vamos a tener que enfrentar otra ola de quiebras. Aunque en las últimas semanas han repuntado nuestras ventas esa situación no es suficiente para haber superado la crisis”.
El directivo gremial también sostuvo: “Estamos en un momento en el que vamos cruzando el río nos dieron el salvavidas, pero si no se sostienen los alivios así sea una parte para la industria, es como si nos quitaran el flotador y nos dejaran ahogar antes de llegar a la orilla”.
La propuesta de los restaurantes para evitar otra crisis económica
Según Acodres, hay que pactar un escenario de impuesto al consumo competitivo que sostendría la actividad y permitiría lograr 500 mil empleos en los próximos años.
“Como gremio especializado de la industria gastronómica, proponemos un espacio que permita contemplar todas las consideraciones, que reactive el recaudo del Gobierno y a la vez sostenga la operación de restaurantes afectados por la crisis de pandemia”, señaló en un comunicado.
La entidad reconoció que deben contribuir al déficit asumido por del Gobierno, pero quebrados no tendrían como hacerlo.
“El regreso pleno del impuesto encarecería los menú al punto de desestimular la demanda que se ha alcanzado las últimas semanas y que proyecta nuestra recuperación con el tiempo”, dice el gremio.
Hay que recordar que a febrero de este año, según Acodres, solo en Bogotá habían cerrado 17.797 restaurantes como consecuencia directa de la pandemia.