El senador Bolívar se ha caracterizado de ser un acérrimo crítico del Gobierno de Iván Duque, no obstante, hoy le aplaudió una decisión.
Alo largo de los últimos años, el senador Gustavo Bolívar se ha caracterizado de ser un acérrimo crítico del Gobierno de Iván Duque, replicando las voces que denuncian escándalos e irregularidades por parte de funcionarios del presidente saliente, así como de políticos del Centro Democrático.
Sin embargo, este jueves, cuando estamos a solo tres días de que Duque entregue su mandato a Gustavo Petro, el senador Bolívar aplaudió una decisión del presidente saliente, asegurando que «por fin hizo una buena».
Se trata de la decisión de suspender la adjudicación de las obras del Canal de Dique y que esta tarea quedará a cargo del Gobierno Petro. No obstante, consideró que esta decisión del Gobierno Duque fue por la presión ciudadana.
«Por fin una buena de Duque: No adjudicarán Canal del Dique por 3.5 billones. Lo confirma el director de la ANI. Sabe que por las irregularidades que iban a cometer se les iba a volver la vida a cuadros. Gracias! Este es otro triunfo de la presión ciudadana», escribió el siempre controversial congresista.
¿De qué trata el proyecto del Canal del Dique?
Es importante señalar que el Canal del Dique es un megaproyecto necesario para la región Caribe, que supera los tres billones de pesos y que durante una década ha estado lleno de retrasos.
Con este proyecto se busca devolverle la navegabilidad al río Magdalena y de esta manera generar incentivos para el turismo y, por ende, al crecimiento económico y laboral de todas las zonas aledañas.
Y es que no solo las demoras han impedido el debido proceso de este megaproyecto, sino también las recientes advertencias de la Contraloría en las que se han manifestado que los requisitos habilitados exigidos en el pliego de condiciones, así como sus adendas, presentan varias inconsistencias.
Gremio de comerciantes en la región han advertido que cada día de retardo en su ejecución sigue causando perjuicios ambientales en la bahía de Cartagena y las Islas del Rosario, pues el ascenso de la cuña salina hacia la bocatoma pone en riesgo la calidad del agua y por ende la salud pública de quienes habitan en esta zona.
Resta esperar si en el Gobierno Petro este megaproyecto por fin verá luz verde.