Después de cuatro años, y cuando todo parecía estar listo para cumplir la etapa de juicio oral por la desaparición y posterior asesinato del entonces director de regalías de Córdoba, Jairo Zapa Pérez, fue nuevamente suspendida la audiencia. Ahora por las evidentes imprecisiones del nuevo fiscal que delegaron para el caso.
El fiscal titular de ese proceso es Álvaro Pión Mayorga, pero no asistió a esta definitiva etapa del largo y dilatado caso donde se han observado más errores que aciertos procedimentales. Se argumentó que estaba fuera del país.
En su ausencia fue encargado Robier de Jesús Medina Puentes, adscrito a la Fiscalía tercera delegada ante la Corte Suprema de Justicia, quien, en su representación, asistió el pasado martes 18 de mayo a la instalación de la etapa de juicio, pero ese mismo día comenzaron a evidenciarse sus errores.
El fiscal presentó a su primera testigo, la mujer que servía como secretaria del finado Jairo Alberto Zapa Pérez. Ella lució, nerviosa no recordaba lo dicho en las entrevistas anteriores, desconocía aseveraciones que la Fiscalía le señalaba que había declarado en el proceso. Fue evidente que el fiscal no preparó a su testigo.
Ese mismo martes, visiblemente enredado, pidió que este miércoles 19 de mayo, se le presentara grabaciones y las declaraciones consignadas en el proceso para que la testigo de la Fiscalía refrescara la memoria. Apelando a una maña técnica poco ortodoxa pretendía que ella leyera su testimonio y quedara consignado como una declaración.
Con novatadas poco usuales para funcionarios de ese rango y en procesos tan delicados como el crimen del funcionario departamental, el fiscal pidió que se le incorporara la entrevista que se tenía como testimonio y le fue negada.
Sorprendentemente el mismo fiscal, apeló la decisión, recurso que no procedía como lo dejó en claro el juzgado respaldado por todos los defensores en el proceso.
Entonces acudió al recurso de queja y con ello la Fiscalía obligó al juzgado a suspender la audiencia, mientras se les da traslado a conjueces del Tribunal Superior de Montería, se les envían las copias del proceso, se estudien el mismo, se resuelvan posibles impedimentos y entonces citen para definir de fondo.
La poca experticia técnica, pericia, e impresiones de la Fiscalía con su delegado no pudieron sostener el testimonio de su testigo, ni mucho menos incorporarlo al proceso.
¿Cuándo se retoma?, queda con fecha incierta, en el aire, como ha venido pasando año tras año y la justicia no llega.