Una investigación advierte que el Comité de Administración del Fome decidió no respaldar nóminas en abril aún sabiendo las débiles proyecciones del mercado laboral
Una investigación del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana reveló que el Gobierno Nacional, a través Comité de Administración del Fondo de Mitigación de Emergencias (Fome), sabía cuánto costaría subsidiar las nóminas en abril, pero decidieron no hacerlo. Las razones, aún desconocidas, afectaron a «millones de colombianos que perdieron sus trabajos».
De acuerdo con el análisis del Observatorio, actas de las reuniones del Fome destacan que dichos estudios se hicieron, «pero la idea –inexplicablemente– se desechó». De hecho, tal y como lo dicen los investigadores, en una reunión del 30 de abril, la dirección de Política Macroeconómica y el viceministerio técnico de Hacienda estudió el tema bajo un ejercicio preliminar.
«El análisis expuesto señaló que el costo mensual de las nóminas del sector privado asciende a $11,3 billones. Ese monto corresponde a la remuneración de 8,3 millones de empleados formales. De ese total, la nómina para empleados que ganan menos de 5 salarios mínimos es de $9,2 billones. De entrada, es evidente que el costo de cualquier programa de subsidio a las nóminas afectadas por las medidas de aislamiento tenía que ser mucho menor que $11 billones, a menos que se estuviera considerando el improbable escenario en el cual desaparecieran todos y cada uno de los empleos formales del país», destaca la investigación.
En concreto, se aclara que tras el análisis del tema se habrían llegado a dos propuestas puntuales. No obstante, de acuerdo con el Observatorio, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, consideró establecer una “restricción presupuestal” al argumentar que los recursos del Fome son “limitados”.
Así, tras varias discusiones, dicen, se llegó a la conclusión de que el programa podría tener un costo de alrededor de $2 billones. «El comité finalmente le dio luz verde al asunto en la tercera sesión, realizada el 5 de mayo», día en el que se aprobó financiar el pago de la nómina de alrededor de $350.000 por trabajador, por tres meses, para empresas que hayan percibido reducciones en sus ingresos de por lo menos 20%.
«Los $350.000 son apenas 40% de un salario mínimo, una suma insuficiente para subsidiar una nómina formal, pues para llegar al tope de $2 billones al mes el subsidio tendría que haberse dado a casi todos los trabajadores formales del país», añadió el Observatorio.
Ante estos argumentos, el centro de pensamiento cuestiona varias de las decisiones que el Gobierno Nacional tomó. «Si se hicieron los cálculos sobre cuánto costaba subsidiar el ciento por ciento de las nóminas, ¿por qué el Gobierno nacional, en cabeza del ministerio de Hacienda, decidió no hacerlo? La razón no es clara, pero lo cierto es que no fue por falta de recursos».
Y es que bajo estas preguntas advirtieron que si uno de cada cinco empleos formales se perdieron, se estaría hablando de $2,2 billones mensuales. Es decir, por tres meses, $6,6 billones (menos del dinero que aún está sin ejecutarse en el Fome, según ellos.
La razón de fondo de la discusión es que varios centros de pensamiento y universidades ya habían alertado desde marzo sobre la urgencia de “proteger a las empresas expuestas al riesgo de quiebra y, así, evitar la pérdida de millones de empleos”.
De hecho, en un informe del 17 de marzo de la Javeriana, se explicó que “la política pública más directa para minimizar estos riesgos es que el Gobierno nacional asuma temporalmente los gastos y costos operativos que las empresas no alcancen a cubrir por la disminución de sus ventas”, gastos cuyo principal componente son, desde luego, las nóminas.
A esto se sumaron «más académicos quienes insistieron en la urgencia de subsidiar las nóminas desde el 23 de marzo». Dos días antes desde que se inició el confinamiento nacional decretado por el presidente.
«Podría argumentarse que, aunque se sabía cuánto costaban todas las nóminas formales del país, para el momento en que se tomó la decisión no se sabía cuántos empleos estaban en riesgo de destruirse. Eso no es cierto: un informe de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, publicado el 1 de abril, alertó con gran precisión sobre la situación de 2.8 millones de trabajadores [formales] cuyas actividades están en la línea del fuego de las medidas de aislamiento, así como sus familias”, dice el informe de la Javeriana.
Para sostener sobre las advertencias que se hicieron, el estudio también cita que mientras en mayo el Fome discutía varios temas, Corficolombiana publicaba un informe con las mismas proyecciones de los Andes.
Así, la reflexión de la Javeriana advierte: «El Fome cuenta con $25,5 billones. Sin embargo, no se ha ejecutado sino la quinta parte de los recursos. Con los más o menos $20 billones que siguen sin ejecutar hasta la fecha, se habrían podido subsidiar tres meses de nóminas incluso en los escenarios más improbables barajados por el comité de administración del Fome».
Por eso, y tras exponer estos argumentos, aclararon que los miembros del Fome decidieron deliberadamente no actuar para respaldar las nóminas de miles de empresas. «Su decisión impactará negativamente el tejido laboral del país por los próximos años. Las consecuencias ya se están viendo», concluyeron.