Tanto Rusia como Ucrania han anunciado avances territoriales en los últimos meses, que han desestimado mutuamente. Mientras Kiev insiste en una mayor colaboración militar, Moscú le acusa de llevar a cabo ataques incluso en su propio territorio y busca ampliar su estrategia en el campo de batalla.
La Marina de este último adelantó ejercicios con disparos de misiles en el mar Negro, según confirmó el Ministerio de Defensa. Esto ocurre días después de que el Kremlin advirtiera que considerará como posibles objetivos militares a las embarcaciones cuyo destino sea Ucrania.
La Flota del mar Negro “llevó a cabo disparos reales de misiles de crucero antibuques contra un barco diana en el campo de entrenamiento de combate en la parte noroeste del mar Negro”, dijo el ministerio en un comunicado. “El barco diana fue destruido como resultado de un impacto de misil”.
Buques y aviones del ejército entrenaron “acciones para aislar la zona temporalmente cerrada a la navegación y también realizaron un conjunto de medidas para detener al barco atacante”, agregó.
Además, la agencia de noticias estatal Tass informó que las fuerzas navales de Rusia y China realizaron ejercicios conjuntos en el mar de Japón en los que “destruyeron una falsa mina flotante y practicaron repeler un ataque de un pequeño objetivo de alta velocidad”.
Recientemente, el Kremlin comunicó que cerraba el tráfico en partes del noroeste y el sureste de dicho mar. Por su lado, Ucrania anunció que prohibía la navegación en “la parte noreste del mar Negro y en el estrecho de Kerch” cerca de la península de Crimea (que Moscú anexionó en 2014).
Bombas de racimo para la contraofensiva
Las tropas ucranianas comenzaron a utilizar las bombas de racimo entregadas por Estados Unidos para acelerar la contraofensiva lanzada hace alrededor de un mes, dijo la Casa Blanca. Este armamento ha sido vetado por decenas de países por el riesgo que representa a la población civil.
Los militares de Zelenski empezaron a utilizar este armamento “la semana pasada o así”, dijo el jueves el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. “Las están usando adecuadamente, las usan de forma efectiva y están teniendo un impacto en las formaciones y las maniobras defensivas de Rusia”, aseguró.
Desde junio, Kiev intenta recuperar amplias zonas en el sur y este de Ucrania; no obstante, la contraofensiva parece ‘frenada‘ en varias secciones del frente. Un alto asesor de la presidencia ucraniana reconoció a AFP que esta operación será “larga y difícil”.
Impactos más allá de Ucrania
En la madrugada del jueves, Rusia atacó por tercer día consecutivo las ciudades de Odesa y Mikolaiv, dejando un saldo de por lo menos tres personas muertas y una veintena de heridos, señalaron las autoridades locales.
Kiev acusó a Moscú esta semana de atacar ‘deliberadamente’ sus infraestructuras portuarias para frustrar cualquier posibilidad de reanudar la exportación de cereal. Recientemente, el gobierno de Vladimir Putin suspendió el acuerdo en esa materia que tenía la mediación de Turquía y las Naciones Unidas.
El secretario general de ese organismo internacional, António Guterres, condenó los ataques y advirtió que estos están generando un “efecto negativo en los precios mundiales del trigo y el maíz”. El pacto facilitó la salida de más de 32 millones de toneladas de granos, convirtiéndose en una ayuda para algunos de los territorios que son golpeados por el hambre como Sudán, Afganistán y Yemen.
Sin embargo, a comienzos de semana el Kremlin anunció que se retiraba del acuerdo luego de quejarse durante meses de un supuesto incumplimiento sobre una disposición para exportar sus productos agrícolas y fertilizantes.
Tomado de Semana