La más antigua minga indígena que tenía la ciudad de Montería se levantó este miércoles 11 de agosto, con la salida voluntaria de los Emberá Katío que hace 8 meses llegaron a la ciudad en protesta a la empresa Urrá y se instalaron en la calle 48 entre carreras segunda y cuarta, donde montearon un improvisado resguardo.
Las afectaciones sociales, humanas y problemas de convivencia con el sector residencial y comercial de la zona se acabaron con el desmonte de los cambuches y el retorno seguro al territorio del Alto Sinú, logrado con la mediación de la Defensoría del Pueblo.
“En conversaciones con el presidente de Urrá se gestionó el transporte fluvial para retorno de las familias”, dijo el alcalde de Montería, Carlos Ordosgoitia.
Desde el pasado 14 de diciembre del año 2020 más de 250 indígenas del resguardo Emberá Katío entre niños y adultos del municipio de Tierralta llegaron a la ciudad de Montería hasta las afueras de las instalaciones administrativas de Urrá con el fin de reclamar pacíficamente derechos como seguridad alimentaria y económica.
Voceros de la población nativa explicaron que están pasando dificultades porque se agotaron los recursos correspondientes a 20 años de indemnización en compensación por la construcción de la hidroeléctrica en zona de influencia de la población de los indígenas.
Hoy regresan con un acuerdo firmado por la empresa Urrá que después de casi un año de protesta asumió obras responsabilidad social en el territorio aborigen.
De esa manera Montería recupera una de sus principales calles, resuelve un problema social y humanitario.
Durante la estadía del grupo indígena se identificaron problemas de salud física y mental, esta última provocó el suicidio de uno de los integrantes de esa comunidad hace unas semanas.