El pasado sábado 5 de junio se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente, el cual quiero conmemorar con este artículo donde hago un análisis del desastre ambiental que ayudó a cometer el ministro actual del Medio Ambiente de Colombia.
Por: Eduardo Padilla Hernández, presidente Aso-Red.
Por iniciativa del equipo investigativo de la Asociación Red Colombiana de Veedurías ciudadanas (Aso-Red), se pudo conocer todo el entramado de corrupción que existe en la empresa de acueducto, alcantarillado y obras complementarias (Veolia) de Montería, cuya denuncia ya trascendió y está siendo amplificada por las redes sociales.
Municipio de Montería:
El sistema de tratamiento de aguas residuales de este sector del país es operado por la empresa VEOLIA S.A. E.S.P., y está conformado por tres PTAR, así:
-La PTAR Nororiental vierte sus aguas residuales en la calle 57 sobre el Rio Sinú, sin plan de saneamiento y manejo de vertimientos (PSMV), que es otorgado por la CAR-CVS, pero a pesar de que esta anomalía dio origen a la apertura de un auto investigativo sancionatorio por vertimientos ilegales, ya que no cumple la Resolución 0631 de 17 de marzo de 2015, del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, continúa llenando de fecales, coliformes y Covid las aguas del río Sinú.
En efecto, la CAR-CVS procedió con la apertura de tres investigaciones sancionatoria a la empresa VEOLIA S.A. E.S.P. por incumplimientos preestablecidos en el contrato primigenio como son: 1º Auto No 11008 de 15 de Julio de 2019. 2º Auto No 11227 de 28 de agosto de 2019. 3º Resolución Sancionatoria No 2-6429 de 29 de agosto de 2019, por lo que debe cumplir lo exigible en la Resolución 0631 del 17 de marzo de 2010.
El problema se originó en el 2014, cuando Carlos Correa, alcalde de la época, actual Minambiente, firmó el otrosí número 09, dándole rienda suelta al caballo de la corrupción que ahora galopa desenfrenado, contaminando las aguas del río Sinú.
Según un informe de visita para protocolo ULP (del inglés: visualización, supervisión, control) No. 2019 – 369 de fecha 08 de julio de 2019, se realizó con los exámenes de caracterización del segundo semestre del año 2018, cuando lo exigible es que se haga semestralmente el seguimiento para analizar el comportamiento de las aguas residuales, y para ese mismo período (2019-2020) la empresa VEOLIA S.A. E.S.P., no presentó ningún examen de caracterización que diera pie para otorgarle un plan de saneamiento y manejo de vertimientos (PSMV). Sin embargo, hasta la fecha continúa funcionando al margen de toda normatividad.
-El sistema de tratamiento de aguas residuales de la planta ubicada en la parte SUR-ORIENTAL de la ciudad de montería está ubicada en la vía rural que conduce hacia el caserío Loma Grande. Este sistema también sin PSMV, viertes sus efluentes en el caño “Sierra Chiquita”, produciendo contaminación de grandes magnitudes, pues no cumple lo exigible en la resolución 0631 del 17 de marzo de 2015.
-La PTAR margen izquierda, que está ubicada en el barrio El Dorado, recibe las aguas residuales en una estación de bombeo ubicada en ese sector, donde son direccionadas hacia las lagunas y, luego, re bombeadas hacia el Rio Sinú, sin ningún tratamiento previo, ya que no tienen PSMV, y sus efluentes son vertidos directamente al río, a la altura de la calle 24; y como es obvio, tampoco cumple lo exigible en la resolución 0631 del 17 de marzo de 2015.
Municipio de Cereté:
Esta jurisdicción no cuenta con ningún sistema de tratamiento de aguas residuales, sino que simplemente las vierten en el río Sinú. Pero, a pesar de eso, para la fecha, la CAR-CVS no le ha abierto ninguna investigación administrativa de tipo ambiental; nunca ha presentado ensayos de caracterización, porque no cuenta con plantas de tratamiento. Por esta razón, igualmente, nunca ha cumplido lo exigible en la Resolución 0631 del 17 de marzo de 2015.
Municipio de Cotorra:
El sistema de tratamiento de aguas residuales del municipio de Cotorra está conformado por una planta de tratamiento compacta. Este sistema lo conforma una red de tuberías que son bombeadas directamente a la planta, pero debido a su no operación se vierte directamente en río Sinú. Esta descarga contaminada perjudica enormemente a las poblaciones consiguientes a la ribera del río. Por tal motivo la CAR-CVS le abrió el auto No 11145 de 13 de agosto de 2019. Pero aún, después de dos años de abierto el citado auto No 11145, sigue sin cumplir lo exigible en la Resolución 0631 del 17 de marzo de 2015.
Municipio de Lorica:
El sistema de tratamiento de aguas residuales de esta Municipalidad es operado por la empresa Aqualia S.A. E.S.P., el cual está conformado por tres lagunas de oxidación: dos facultativas y una de maduración. Las aguas residuales llegan a un sistema de bombas y de allí son rebombeadas hacia las lagunas que se han convertido en un pantano fétido, están totalmente enmontadas, y presentan un color fuliginoso. La contaminación de estos afluentes se hace extensiva hacia tres importantes humedales: El caño de Chimalito, la ciénaga grande y el río Sinú, produciendo un enorme daño ambiental.
Por todo lo anterior, la CAR-CVS hizo apertura del auto No 10998 de 09 de julio de 2019. Pero todos estos parámetros continúan siendo violados. De acuerdo a la resolución No 1-2934 de enero 20 de 2009, le da motivos a la CAR-CVS, para revocarles el PSMV, pero no lo ha hecho, a pesar de que Veolia y Acualia no han presentado los ensayos de caracterización correspondientes.
Además, estas empresas no han cumplido lo exigible en la resolución 0631 del 17 de marzo de 2015.
Así están las cosas con los sistemas de alcantarillado sanitario de estos cuatro municipios que vierten efluentes contaminados con fecales, coliformes y Covid sobre el río Sinú. El enorme impacto negativo que genera este desastre ambiental, en esta fuente primigenia departamental, se hace extensivo hasta la desembocadura en Tinajones, arrasando con la ictiofauna lacustre, déltica y manglárica.
Entonces, pues, tenemos suficientes elementos de juicio para saber que se dan unos vertimientos diarios que superan los 500 lps, que suman más de 40 mil m3 por día, corriendo por el cauce de esta fuente primigenia hasta la bahía de Cispata. Y esta realidad se hace más crítica en verano cuando el río sólo lleva 100 m3xs.
Con toda esta agua contaminada con fecales, coliformes y Covid, se alimentan los camarones, calamares y pequeños crustáceos del eslabón primario de la cadena alimentaria, hasta generar las grandes masas que tragan las ballenas costaneras que rondan las cálidas aguas del Caribe colombiano, en el sector del Golfo del Morrosquillo y las Islas Tortuguilla e Isla Fuerte.
Ese es el caudal que, hipotéticamente, envenenó la ballena de Moñitos, y que, supuestamente, la CAR-CVS escondió su necropsia, deliberadamente, para tapar su omisión en la protección sanitaria del río Sinú y sus humedales vecinos.
Por esta razón, exigimos la publicación de los resultados de la necropsia de un cadáver del cetáceo que permaneció más de 8 días a la intemperie, encallado en la playa, con fácil accesibilidad para toma de muestras.
Todo lo anterior se mueve bajo la superficie oficial, mediante manejo burocrático, para no sancionar a los alcaldes municipales, que no se sabe si son cómplices o apáticos. De todos modos, a esos “servidores públicos”, entre ellos el ministro del Medio Ambiente, Carlos Correa Escaff, no les importan las consecuencias generadas por la contaminación del río, caños, ciénagas y demás humedales del valle del Sinú, lo cual afecta a la flora, a la fauna y a las comunidades adyacentes.