MAURICIO AGUILAR TIENE EMBOLATADO SU MEGAPARQUE EN SANTANDER

El gobernador de Santander, Mauricio Aguilar, aún no tiene resuelta la construcción de su megaparque turístico, una bandera del clan de su familia, que en dos periodos anteriores ha dejado un legado de una gran construcción que apalanca su popularidad. 

El actual gobernador llegó con la promesa de construir un parque del cacao, pero hoy no está definido ni el lugar ni los recursos para dejar la obra andando, mucho menos inaugurarla, como hicieron su papá y su hermano, que también ocuparon la Gobernación.

Los megaparques Aguilar

En el segundo año de su periodo como gobernador (2004-2007), el parapolítico Hugo Aguilar anunció el inicio de la construcción del Parque Nacional del Chicamocha. El inicio de un legado político y familiar, que continuó su hijo, Richard Aguilar, que también llegó a la Gobernación. 

También en el segundo año del periodo de Richard (2012-2015) inició la construcción del ecoparque Cerro del Santísimo. Hoy Richard está investigado y preso por presunta corrupción, en un caso en el que la Corte Suprema presentó indicios de que la Gobernación de su hermano Mauricio, ayudó a ocultar evidencia.

Las obras del papá y el hermano de Mauricio Aguilar tardaron dos años, pero finalmente ambos alcanzaron a hacer eventos multitudinarios para su inauguración. En el de Hugo Aguilar incluyó la instalación de un busto suyo (que hace unos meses desmontaron tras una denuncia). 

Foto de la Corporación Parque Natural del Chicamocha, del 2 de diciembre de 2006, cuando se instaló el busto del exgobernador dentro del megaparque.

En el de Richard hubo fotos de todo el proceso de construcción y show de pólvora y proyectaron el eslogan de su administración en el Cristo gigante.

El Aguilar sin parque…ni foto

A pocos meses de terminar su segundo año, el tercer Aguilar en el poder tiene una promesa de campaña desdibujada y un proyecto que aún no tiene financiación asegurada, en un declive que refleja el del clan familiar, que tiene a sus dos mayores figuras privadas de la libertad. 

Mauricio Aguilar prometió construir el Parque Mundial del Cacao en el municipio de Santander que más lo produce, San Vicente de Chucurí. En su campaña rotó un render del proyecto, en el que se leía “Pamuca” y se veían unas piscinas. 

Más allá de eso, ya como gobernador, se ha sabido poco de esa obra. Hace un año Aguilar levantó una polémica regional porque anunció que el parque ya no se haría en San Vicente de Chucurí sino en Betulia, un municipio más cerca a la hidroeléctrica Hidrosogamoso, que ha empezado a ser destino turístico náutico. 

Después de ese anuncio, Mauricio no ha vuelto a hablar de su megaparque. Una fuente de adentro del clan nos dijo que en los pasillos de la Gobernación se rumora que el proyecto difícilmente se llevará a cabo. 

Le preguntamos a Uriel Mendoza, el gerente de la Corporación Panachi, entidad que los Aguilar crearon para diseñar y administrar sus megaparques y que, según la Fiscalía, ha tenido malos manejos desde 2007. 

Mendoza nos dijo que están haciendo estudios de prefactibilidad y factibilidad del parque, pero que el tema era directamente con la Secretaría de Cultura y Turismo. La secretaria, Mary Luz Hernández, nos dijo que el megaparque es del resorte del gobernador. Aguilar no nos respondió los mensajes. 

Su secretaria de Planeación, Leilyn Gómez, explicó que el megaparque del cacao hoy es otra cosa. Producto de la pandemia, Santander también redistribuyó y recortó gastos, entre esos, los pensados para la obra. Así que, por un lado, hoy está pensado como un proyecto de cacao pero a la vez naútico, algo más viable teniendo en cuenta la potencialidad de la represa de Hidrosogamoso. 

Es que, cómo contamos, la visión de turismo basada en parques temáticos no solo no concuerda con la tendencia de turismo actual, reforzada con la pandemia. También, la realidad financiera es mala. 

Apenas a principios de septiembre, Mauricio Aguilar radicó el proyecto ante el Gobierno Nacional, buscando que el DNP lo financie como parte del pacto funcional, una especie de contrato, que Duque firmó con Santander hace un año. Hasta mediados de este año se preveían 140 mil millones de pesos para el proyecto, pero finalmente el que está buscando viabilidad técnica es por 60 mil millones de pesos. 

Lo que está claro es que, sin esos recursos nacionales, el parque del tercer Aguilar en el poder no vería la luz. 

La secretaria nos dijo que, en el mejor de los casos, el Gobierno les aprobaría el proyecto antes de que termine este año y así iniciar los trámites de contratación en 2023, el último año de la gobernación. 

Así, con los tiempos del proceso de contratación y la construcción, la foto de Aguilar inaugurando su megaparque no dan. 

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