El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, realizó este viernes declaraciones contundentes sobre la situación política en Venezuela, afirmando que el país sudamericano está bajo un régimen autoritario, aunque negó que se trate de una dictadura en el sentido estricto de la palabra. En una entrevista con Rádio Gaúcha, Lula expresó su preocupación por el estado de la democracia en Venezuela y reveló detalles de las tensiones diplomáticas recientes entre ambos países.
“Y creo que Venezuela tiene un régimen muy desagradable. No creo que sea una dictadura, es diferente de una dictadura, es un gobierno con un sesgo autoritario pero no es una dictadura como la conocemos en varios países del mundo”, afirmó Lula, subrayando la complejidad del gobierno de Nicolás Maduro, quien ha sido objeto de críticas internacionales por la gestión de su país.
Uno de los episodios más reveladores compartidos por Lula durante la entrevista fue el intento de Maduro de impedir que Celso Amorim, asesor especial de Lula para asuntos internacionales, viajara a Venezuela para monitorear el proceso electoral. Lula detalló que recibió información de que se había pedido a Amorim que no fuera a Venezuela, lo cual provocó una reacción inmediata del mandatario brasileño.
“Cuando Celso Amorim iba a viajar a Venezuela, me informaron que le habían pedido a Celso Amorim que no fuera a Venezuela. Les dije que si Celso Amorim no podía ir, le diría a la prensa que Venezuela detenía a Celso Amorim. Luego dejaron ir a Celso Amorim”, reveló Lula, destacando cómo la amenaza de exponer el incidente públicamente llevó a las autoridades venezolanas a permitir la entrada de Amorim al país.
En otro punto de la entrevista, Lula dejó claro que no reconoce la victoria de Nicolás Maduro en las recientes elecciones y afirmó que el líder venezolano “sabe que le debe” al mundo una explicación. Sin embargo, Lula también fue tajante al no reconocer la victoria de Edmundo González Urrutia, el principal candidato opositor, argumentando que cualquier reconocimiento debe basarse en resultados creíbles. Este comentario refuerza la postura crítica del gobierno brasileño frente a la legitimidad del proceso electoral en Venezuela.
El presidente brasileño sugirió que Maduro podría convocar nuevas elecciones si tiene “sentido común”, una propuesta que fue planteada por Celso Amorim. Además, Lula mencionó la posibilidad de un “gobierno de coalición” con la oposición venezolana, como una solución para la crisis política que enfrenta el país. Esta idea ha sido considerada por Lula, quien también expresó su escepticismo sobre la posibilidad de una guerra civil en Venezuela.
“No creo en una guerra civil, no creo en ella. Porque creo que hay muchos países dispuestos a ayudarnos a vivir en paz en América del Sur. La guerra no conduce a nada, la guerra sólo conduce a la destrucción. La paz conduce al crecimiento económico, a la distribución de la riqueza. Eso es lo que espero para Venezuela. Eso es lo que apoyo a Venezuela”, enfatizó.
En un contexto más amplio, Lula abordó la situación actual de Venezuela, donde el gobierno de Maduro fue proclamado reelegido para un tercer mandato con el 52% de los votos. Sin embargo, la oposición liderada por María Corina Machado ha desafiado estos resultados, afirmando que González Urrutia ganó con casi el 70% de los votos, basándose en actas electorales recogidas por testigos. Machado, a quien se le impidió participar en las elecciones, ofreció entregar estos documentos para su verificación, pero el gobierno brasileño ha rechazado la posibilidad de una investigación paralela.
El jueves, en una audiencia pública en el Senado, Celso Amorim advirtió que Brasil no reconocerá un tercer mandato de Maduro si no se presentan las actas electorales. Esta postura se ha visto respaldada por el Centro Carter, uno de los pocos observadores internacionales del proceso electoral venezolano, que declaró que los registros de la oposición son “consistentes” y que González ganó por un “margen insuperable”.
Finalmente, Lula insinuó que unas posibles nuevas elecciones en Venezuela podrían llevarse a cabo con la participación de observadores internacionales, una propuesta que choca con la reciente iniciativa del líder de la Asamblea Nacional venezolana, Jorge Rodríguez, quien ha sugerido reformar el sistema electoral para suspender la observación internacional en futuros comicios. Lula, consciente de la gravedad de la situación, ha discutido este tema en reuniones ministeriales, subrayando que debería haber sido Maduro quien tomara la iniciativa de convocar nuevas elecciones.
Tomado de La FM