GUSTAVO PETRO ABRE DEBATE: ¿POR QUÉ ES BUENO SUBIR TASAS Y MALO SUBIR EL SALARIO MÍNIMO?

El presidente Gustavo Petro se anticipa al debate sobre el incremento del salario mínimo para los colombianos, que debe concluir el 15 de diciembre, y señala que dicho aumento será clave para dinamizar el consumo en momentos de recesión internacional.

Si hay un tema del cual los colombianos están pendientes a final de cada año es el del anuncio del aumento de salario mínimo en el país. Es tertulia decembrina casi tan común como la natilla y los villancicos y a muchos les amarga las fiestas o les anticipa la resaca de la Navidad. Una noticia que se resume en una cifra anunciada desde la Casa de Nariño y que, es lo ideal, suele ser producto de una concertación entre el Gobierno, los empresarios y los trabajadores.

Pero este año hay variables que hacen especialmente interesante ese diálogo sobre el aumento al salario de los colombianos que ganan el millón de pesos en que está el mínimo legal: de un lado, la decisión final sobre el monto del aumento está, por primera vez, en manos de un gobierno de izquierda, sector político que históricamente ha pedido incrementos salariales más altos que los que ofrecen los empresarios o los gobiernos del país. Por otra parte está la agitada coyuntura internacional, cuyas repercusiones tarde o temprano se sienten en países como Colombia. Y este segundo aspecto no es menor.

Dada la expectativa mundial por la recesión que se asoma en varias de las economías más poderosas del planeta y por el curso que pueda tomar la guerra en Ucrania ante la invasión rusa, los gobiernos responsables han tenido que barajar de nuevo sus cartas para mantener a flote sus programas en los próximos meses y quieren evitar – hasta donde se pueda- la afectación por cuenta factores externos.

Según la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Gueorguieva, varios países entrarán en recesión en 2023. Las presiones inflacionistas que han sido producto del desequilibrio entre oferta y demanda, las políticas restrictivas que se llevaron a cabo durante la pandemia y la invasión a Ucrania generarían daños a la economía mundial.

¿Qué tienen que ver la recesión externa y la guerra en Ucrania con lo que pasa en Colombia, los planes del Gobierno y el salario mínimo que regirá en el país durante 2023? El presidente Gustavo Petro decidió abrir el debate y dejó ver cuáles serán sus cartas según los vientos que soplan en materia económica.

¿Cómo afectará la recesión mundial a la economía de Colombia?

Según el presidente Gustavo Petro, las primeras afectaciones por la recesión mundial estarán relacionadas con el estancamiento de las compras del petróleo y de carbón en algunos países. “Esta es la energía de la economía mundial, lastimosamente. Si la economía se detiene, se detiene esa demanda”, comentó el mandatario a los periodistas que cubren la Casa de Nariño durante una rueda de prensa del 13 de octubre.

En segundo lugar, dice Petro, las tasas de interés también podrían afectarse en época de recesión: “si elevas las tasas de Colombia para emparentarlas a las de EE.UU., para que no haya flujo de capitales hacia allá, esa es la correa transmisión de la recesión, porque elevar la tasa de interés de 1,7 % a 10 % en un año frena inversiones, consumo proyectos y entras al estancamiento económico, con sus consecuencias: empleos que se pierden, consumo que se pierde, crece el hambre y la pobreza”.

¿Cuál sería una tercera gran afectación para países como Colombia en caso de la llegada de los efectos de la recesión? Petro dice que sería la reducción de las remesas, que son los giros que hacen los colombianos desde el extranjero para ayudar a sus familias: Es una tema importantísimo en la economía, ellos al entrar en un problema económico en Estados Unidos y en Europa pueden optar por mantener su ahorro allá en vez de trasladarlo a Colombia, señaló Petro, quien recalcó que “esta es una entrada de capital, de las primeras, pero que de las que poco se habla”. En 2021 Colombia recibió más de 8.500 millones de dólares en remesas.

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