Los caminos para la oposición en Venezuela se cierran después de que el chavismo recuperara el domingo la Asamblea Nacional en unas elecciones marcadas por una masiva abstención.
Desde 2015 el Parlamento era el último bastión de poder para los partidos opositores, que decidieron no participar en estos comicios por considerar que no había condiciones justas para su realización.
El líder opositor Juan Guaidó, que fue reconocido hace casi dos años como presidente encargado por más de 50 países, aseguró en entrevista con la BBC que se trató de un «intento de fraude» y exigió la celebración de elecciones acorde a los principios democráticos.
«La exigencia de nuestra causa, como presidente encargado del Parlamento Nacional, son unas elecciones presidenciales y parlamentarias libres», dijo.
Con una participación del 31%, más de 40 puntos porcentuales por debajo de las parlamentarias de 2015 ganadas por la oposición, la coalición oficialista logró más de 3,5 millones de los 5,2 millones de votos para lograr un total de 67,6% de los apoyos, según datos del Consejo Nacional Electoral.
Guaidó, que el 5 de enero dejará de ser el presidente del Parlamento y, por tanto, perderá su inmunidad, no descartó la posibilidad de refugiarse en otro país tras considerar que «la persecución se va a acrecentar«.
«Sí», dijo al ser preguntado si consideraría también el camino del exilio, como otros líderes opositores.
«A ver… Como decía, el riesgo está latente, el riesgo existe todos los días en Venezuela», agregó antes de recordar algunos enfrentamientos con fuerzas del gobierno.
«De hecho, hace dos años, me secuestraron, y esa fue la segunda vez que he pasado por esto, enfrentando la dictadura de Maduro, pero el sostenimiento de la resistencia interna en la lucha contra una dictadura es central», afirmó.
«No solamente para generarles dilemas, para poder buscar soluciones, pero poder buscar alternativas en conjunto, en este caso con la comunidad internacional, y poder liderar, dirigir, acompañar, en definitiva, toda la demanda social no satisfecha en Venezuela que está buscando soluciones alternativas», sostuvo.
Una jornada tranquila
Las elecciones parlamentarias del domingo en Venezuela se celebraron sin sobresaltos y, en Caracas, la poca afluencia de electores fue evidente, según reportó el enviado especial de BBC Mundo, Daniel García Marco.
Con la esperada victoria, el chavismo obtuvo el control político total en el duelo que mantiene desde hace años con la oposición.
A partir de enero, el gobierno podrá redactar leyes que ahonden en la apertura económica en busca de ingresos, pero la nueva Asamblea seguirá sin contar con el reconocimiento de decenas de países, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea.
- El chavismo gana las elecciones parlamentarias de Venezuela marcadas por el boicot de la oposición y una masiva abstención
- 3 interrogantes sobre el futuro de Venezuela que dejan las parlamentarias ganadas por el chavismo
«El intento de fraude de Maduro fue derrotado claramente en la calle. Pero antes de eso, fue el reconocimiento de la comunidad internacional de que no se tenían condiciones para poder participar en ese proceso», afirmó Guaidó en entrevista con la BBC este lunes.
El líder opositor cuestionó que tanto él como centeneras de diputados o dirigentes opositores no tuvieran la posibilidad de presentarse a las urnas, lo que en su criterio muestra lo fallido del proceso electoral.
«Yo no pude ser candidato en ese proceso por inhabilitación, pero hay otras 300 venezolanos que no pudieron serlo por cárcel o por persecución. Los partidos, además, están ilegalizados o secuestrados. Por eso todo el mundo rechaza ese proceso y los venezolanos van firmes exigiendo poder elegir, poder recuperar nuestro derecho al voto», dijo.
Más de 40 países aseguraron este lunes que no reconocerán los resultados de las elecciones parlamentarias celebradas el domingo en Venezuela.
En América Latina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Santa Lucía firmaron una declaración conjunta en la que piden a la comunidad internacional unirse «al rechazo de estas elecciones fraudulentas».
En Estados Unidos, el secretario de Estado, Mike Pompeo, pidió a sus aliados que sigan reconociendo como presidente interino a Guaidó después de la «farsa» del domingo.
«Instamos a todos los países comprometidos con la democracia a que se unan a nosotros para condenar la farsa y apoyar la legítima Asamblea Nacional y al presidente interino en el futuro», afirmó en un comunicado.
Por su parte, la Unión Europea (UE) tampoco reconoció los resultados y pidió la celebración en Venezuela de elecciones legislativas y presidenciales «creíbles, inclusivas y transparentes«.
Canadá y Reino Unido también se unieron al cuestionamiento de las elecciones, por considerar que no fueron «libres».
El gobierno de Maduro recibió, sin embargo, el apoyo de dos sus aliados tradicionales: Cuba y Rusia.
«En nombre del pueblo, el Partido y el gobierno cubanos felicitamos al Gran Polo Patriótico, al PSUV y al pueblo bolivariano y chavista por la victoria alcanzada en las elecciones legislativas», expresaron el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y el líder del Partido Comunista (único legal), Raúl Castro.
Hasta la noche del lunes, México, Argentina y Bolivia eran los países de Latinoamérica que no se habían pronunciado sobre los resultados de los comicios.
El futuro
Tras las elecciones del domingo, el liderazgo de Guaidó, que defiende la «continuidad administrativa» de la Asamblea Nacional de 2015, quedará en la incertidumbre.
Y aunque el apoyo internacional que recibió hace dos años también se ha diluido en los últimos tiempos, el líder opositor asegura que la «lucha democrática» en Venezuela va más allá de sí mismo.
«La democracia no es una cuestión de popularidad ni de una persona, mucho menos de Juan Guaidó. Es una cuestión de dignidad humana. Venezuela lleva 20 años luchando por recuperar la democracia, muy intensamente en los últimos dos, cuando se han visto movilizaciones multitudinarias», dijo.
«Eso lo volveremos a ver sin duda en las calles de Venezuela, porque lo que hoy unifica al pueblo de Venezuela es el rechazo a una dictadura y la necesidad de recuperar la democracia«, agregó.
Venezuela atraviesa una profunda crisis económica con la tercera hiperinflación más prolongada de la historia y una dolarización de facto que alivia a ciertos sectores al mismo tiempo que ahonda en las desigualdades.
Dado que las elecciones no fueron reconocidas por parte de la comunidad internacional, se espera que las sanciones impuestas sobre el país continúen y que el gobierno siga sin contar con acceso a mercados internacionales.
«En Venezuela es un riesgo el ejercicio de la política y la disidencia, pero también de la vida. Hoy un tercio de nuestros niños tienen desnutrición crónica, dos tercios sufren de desnutrición. Hay 5,1 millones de refugiados, y 9,1 millones de venezolanos viven en inseguridad alimentaria», señaló Guaidó.
«La persecución, la tortura y el asesinato político están a la orden del día. No en vano, Maduro está señalado como un delincuente. Asumimos el riesgo porque es mucho más riesgoso hoy, sencillamente, vivir en Venezuela, y hoy los venezolanos merecemos recuperar nuestra dignidad y, por supuesto, nuestra democracia», sostuvo.
Tomado de msn noticias