El coronel (r) Róvinson Torres además incriminó a la Cuarta Brigada, bajo el mando del general Luis Roberto Pico. Afirmó que la orden recibida era que todos los muertos debían ser presentados como miembros de las Farc.
W Radio conoció la confesión preliminar ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que entregó el coronel (r) Róvinson Torres Campos, excomandante del Gaula Militar de Antioquia entre 2005 y 2007, y quien aceptó su responsabilidad en al menos 37 falsos positivos, sin contar otras operaciones en las que afirmó que posiblemente sean crímenes (y que elevaría la lista a por lo menos 50 homicidios).
En su aporte a la verdad preliminar, el coronel prendió el ventilador y acusó a altos oficiales en retiro de la institución de haber conocido y presuntamente participado de esa práctica delincuencial. Dentro de los nombres que mencionó aparece el del exinspector del Ejército, general (r) Juan Carlos Ramírez Trujillo, excomandante del Batallón Jorge Eduardo Sánchez (BAJES) en 2007.
En concreto, el coronel Torres detalló ante la magistratura lo ocurrido el 11 de febrero de 2007 en zona rural del municipio de El Peñol, donde bajo la “Operación Galilea” sus hombres asesinaron a dos personas de nombre Freddy Osnay Sánchez Castaño y José Otoniel Villa Grajales, en una operación, en la que el coronel aceptó que se trató de un doble homicidio, e incriminó al comandante del Batallón Bajes de la época: el hoy general (r) Juan Carlos Ramírez Trujillo.
De acuerdo con el relato del excomandante del Gaula Militar de Antioquia, la operación en la que estas dos personas fueron engañadas con ir a recoger 5 millones de pesos de una extorsión (que en realidad no existía), se coordinó con el hoy general Ramírez porque debido a que la “misión” iba a darse en zona de su jurisdicción, Ramírez exigió que las “bajas” tenían que ser presentadas entre los dos.
“En este falso positivo participó un personal del Batallón de Artillería No. 4 porque como el sector donde se asesinaron estas dos personas era Jurisdicción de este batallón, el comandante del Batallón el coronel J.C.R.T (Juan Carlos Ramírez Trujillo) exigió que el resultado operacional debía ser de las dos unidades. El pelotón asignado del batallón de Artillería fue el pelotón de soldados campesinos Espoleta 4 con un equipo de combate al mando del CP Hin (capitán sin presentar el apellido)”, indicó el coronel Torres.
W Radio se comunicó con el general (r) Juan Carlos Ramírez para conocer su posición sobre la grave información entregada por el excomandante del Gaula Militar de Antioquia a la JEP, pero afirmó que no conoce la declaración del coronel (r) Torres y además, que no tenía relación jerárquica con el coronel Torres Campos.
La anterior, es la primera vez que un militar en retiro, de dicho rango y cargo, vincula al general (r) Ramírez con una operación criminal de estas y que se conoce públicamente. Aunque no es la primera ocasión en que su nombre es mencionado por estos casos; de hecho el general (r) Ramírez fue expuesto en el congreso por el senador Iván Cepeda cuando se dio su ascenso a mayor general debido a los cuestionamientos.
“Un informe del colectivo de abogados José Alvear Restrepo señala que cuando este fue comandante del BAJES, el 12 de enero de 2007, se habría realizado “la ejecución extrajudicial de cinco civiles”. Además, el documento asegura que incluso la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la Nación abrió una investigación formal en el 2008″, reportó W Radio en su momento.
Pero según el relato del coronel (r) Torres Campos, su Gaula Militar no realizó estos crímenes de guerra solamente en operaciones en 2007 con soldados del Batallón Bajes cuando estaba al mando del hoy general (r) Juan Carlos Ramírez; también asegura que hubo “misiones” coordinadas con el Batallón Girardot (en épocas donde el general (r) Marcos Pinto Lizarazo era su comandante).
Para ilustrar lo anterior, el excomandante del Gaula Militar se refirió a lo ocurrido el 19 de enero de 2007, donde el Gaula reportó la “muerte en combate” de dos personas a las que se les “encontró” un revólver y una pistola; según el coronel Torres tal “resultado” tiene serias dudas y contó con el apoyo del oficial de inteligencia del Batallón Girardot (durante la comandancia del hoy general (r) Marcos Pinto).
El conocimiento, según el coronel, del comando de la cuarta brigada para esa época sobre los crímenes
Además de vincular al general (r) Juan Carlos Ramírez con la ocurrencia de estos crímenes, el coronel (r) Rovinson Torres en su escrito de compromiso de aporte a la verdad, también escaló la responsabilidad frente a esos falsos positivos a la Cuarta Brigada (en esa época su comandante era el general (r) Luis Roberto Pico Hernández).
De hecho, señaló que en ese momento les ordenaban que todas las bajas que reportaran debían ser presentadas como guerrilleros de las Farc para hacer creer que “se estaba ganando la guerra”.
“…para esta fecha la brigada nos ordenaba que toda muerte debería ser reportada como integrante de las Farcporque se debía demostrar ante la opinión pública que se le estaban dando golpes contundentes a las Farc”, dijo textualmente en ese punto frente a la operación criminal del 16 de febrero del 2006.
Profundizando en sus señalamientos, sobre la operación irregular del 4 de enero del 2006 donde fueron asesinadas tres personas, el coronel (r) Torres Campos aseguró ante la JEP, que al comandante de la Cuarta Brigada (que para esa fecha registra el general (r) Luis Roberto Pico) se le informó cómo había sido la “orden” que había derivado en los asesinatos.
Asimismo, el excomandante del Gaula aceptó responsabilidad por la operación criminal ocurrida el 7 de diciembre del 2005 bajo la misión táctica “Destructor” en la que dos personas fueron asesinadas (presentadas inicialmente como NN), pero en vida respondían a Juan Pablo Espinosa Mejía y Jairon Arley Ruiz Zapata.
De acuerdo con lo expuesto por el coronel Torres Campos, este falso resultado fue reportado al comandante de la Brigada, para la época era el general (r) Pico como se ha mencionado previamente, en los siguientes términos: “afirmando que esa era la orden impuesta por el “general Montoya” y de otro general que era el comandante de la Séptima División”.
Las operaciones criminales y la participación confesada del coronel
En total, el excomandante del Gaula Militar de Antioquia, coronel (r) Róvinson Torres Campos, hizo referencia a por lo menos 11 operaciones criminales que contaron con su conocimiento, en las que incluso en una de ellas mataron a 8 personas en una sola noche. Los crímenes confesados por el coronel se extendieron por lo menos desde noviembre del 2005 hasta septiembre del 2007.
Dentro de lo revelado por el propio coronel a la JEP se encuentra el conocimiento pleno de que se trataba de homicidios en persona protegida, y en varias operaciones como él mismo lo dice, participó en la planeación de cómo se produciría el falso positivo, dio las órdenes de las operaciones y también firmó otras para legalizar los asesinatos.
Según lo señalado por el coronel Torres Campos a la JEP, trabajaban con “reclutadores” de víctimas y el “gancho” para llevar a las personas a zonas rurales con el fin de matarlas era ofrecerles ir a cobrar supuestas extorsiones y recibir pagos de la misma por 5 a 30 millones de pesos; todo era falso y cuando llegaban al lugar las personas eran asesinadas.
“En este falso positivo, yo como comandante, autoricé la operación, firmé la orden de operaciones, participé del planeamiento para escoger el sitio donde se llevaría el asesinato de las personas, di la orden para que consiguieran las armas a utilizarse, se hizo uso de un reclutador Juan Guillermo Yepes y al cual se le pagó por conseguir las personas que fueron asesinadas, autoricé el uso de un automóvil roja marca Mazda que tenía el Gaula asignado para recoger a las víctimas desde el centro de Medellín”, afirmó el coronel frente al caso de un triple falso positivo cometido el 4 de enero de 2006.
Según lo detallado por el coronel (r) Torres Campos, a las víctimas les colocaban escopetas y otras armas que eran conseguidas en el “mercado negro” en Medellín. Por ejemplo, así se refirió a la muerte de 8 personas en una sola operación criminal adelantada por sus hombres con su pleno conocimiento y aval.
“…di la orden para que consiguieran algunas armas, para colocarles en caso que las personas que participarían del robo o el cobro de una extorsión a la finca no llevaran armas todos, el número de armas que se consiguieron no lo tengo claro, se hizo uso de un reclutador al que le apodaban “sillitas” y al que se le pagó por conseguir las personas que fueron asesinadas”, refirió sobre tal operación criminal ocurrida el 23 de febrero de 2006.
Adicional a lo contado, el excomandante del Gaula Militar también afirmó que a los sitios de las “operaciones” donde el Gaula reportaba los “resultados” eran llevadas tanto la asesora jurídica como la Juez Penal Militar asignada a esa unidad antiextorsión con el fin fundamental de reforzar la teoría que encubriera el delito.
“Iniciara a tomar declaraciones de posibles testigos de los hechos, que no era otra cosa personas del lugar que estuvieran dispuestas a declarar que en ese sitio se presentaba presencia constante de personas extrañas o si había antecedentes de algún hecho delictivo que justificara la operación militar” dijo Torres.
El excomandante del Gaula Militar de Antioquia expresó su voluntad y decisión de ampliar la información en audiencia reservada ante los magistrados y por último solicitó la evaluación de medidas de seguridad tanto para él como para su familia y seguir aportando a la verdad.
“…miedo por lo que pueda pasar con la vida de mi familia y la mía propia porque hay un alto grado de impunidad en las investigaciones que se han hecho por estas operaciones militares y las personas implicadas pueden tomar algún tipo de retaliación en contra de mi familia y la mía propia”, dijo el coronel (r) Rovinson Torres Campos con temor.
Tomado de: WRadio.