En audiencia pública, en Ocaña (Norte de Santander), un general, cuatro coroneles y otros cinco militares retirados del Ejército reconocieron su responsabilidad por el asesinato de decenas de jóvenes que fueron presentados injustamente como bajas en combate o también llamados falsos positivos.
El cabo retirado Néstor Salazar fue el primer militar en hablar: “Yo ejecuté, asesiné familiares de los que están acá, llevándolos con mentiras, con engaños, asesinándolos cruelmente. Dejar unos hijos sin padre, madres sin hijos”.
El cabo Salazar no solo mató directamente a varios inocentes, también elaboró una lista para que otros militares los asesinaran.
“Había que buscar los resultados como fuera. Teníamos contacto con grupos paramilitares de la región, más que todo de Aguachica, para conseguir armas”, aseguró.
El militar retirado consiguió armas para ponerlas en los cuerpos de civiles y que parecieran delincuentes.
“Le arrebaté la ilusión a sus hijos, le desgarré el corazón a sus madres por una presión, por unos falsos resultados, por tener contento a un gobierno”, señaló.
El cabo incluso se refirió al caso de Javier Peñuela. Su hermana estaba sentada al frente escuchando a Salazar contando cómo este participó en el asesinato de su familiar.
“Javier Peñuela, un campesino que se levantaba a trabajar de 5 de la mañana a 5 de la tarde y el pecado de este campesino fue ir con un dolor de muela a buscar que le sacaran la muela”, indicó.
Sandra Barbosa, la hermana de Javier Peñuela, acababa de hablar en ese mismo atril minutos antes.
“Mi hermano fue un hombre sacado de una tienda, secuestrado, torturado. Necesitamos que Colombia limpie su buen nombre”, manifestó.
Las victimas les hicieron preguntas y peticiones directas a los militares que tenían al frente.
“Si ustedes están acá por la verdad, ¿por qué no hablan de las cabezas, de la estructura criminal que ustedes actuaban por órdenes de superiores?”, expresó María Consuelo Daza, hermana de joven asesinado.
Y agregó: “Para ustedes valía más un premio, unas vacaciones, unas comisiones, condecoraciones, que el dolor de una madre, de una familia”.
La intervención más esperada es la del general Paulino Coronado, quien fue comandante de la brigada 30 en esta región, y cuyos hombres bajo su mando cometieron estos asesinatos. Coronado intervendrá este miércoles en horas de la tarde.
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