Hace dos meses, personal del Comando Especial Estratégico del Ejército le informó al general Luis Mauricio Ospina, comandante de la institución, que obtuvo información crítica y creíble sobre un plan terrorista del ELN para asesinar al fiscal Francisco Barbosa, al general (r) Eduardo Zapateiro y a la senadora María Fernanda Cabal. La unidad que recopiló la información fue la que tiene entre sus blancos de alto valor a alias ‘el Rolo’, del ELN.
El alto oficial habría decidido ocultar el grave dossier con las amenazas, en lugar de alertar a los afectados y al país y tomar las acciones judiciales y de seguridad correspondientes.
Tres fuentes distintas, en inteligencia militar, el CTI de la Fiscalía y la policía judicial que apoya la Dirección Especializada de Organizaciones Criminales, confirmaron la grave información del plan criminal en marcha. Todo se ordenó en una reunión de cinco altos mandos del ELN en Venezuela. El encargado de la operación macabra fue ‘el Rolo’, con el apoyo de Jaime Galvis, alias ‘Ariel’, y ‘Gonzálo Satélite’.
La propia UIAF detectó el movimiento sospechoso de 3.000 millones de pesos destinados a ejecutar el ataque terrorista. El informe fue puesto en conocimiento del Ejército y este fue engavetado. La Fiscalía le solicitó al Ejército que le enviara toda la información sobre el plan terrorista, pero la institución no lo hizo.
Solo cuando la Fiscalía confirmó el plan macabro para asesinar al fiscal Barbosa, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, lo convocó a una reunión urgente el pasado miércoles con la cúpula militar. El fiscal llegó acompañado de la vicefiscal Marta Mancera. La reunión fue tensa.
Era incomprensible que el general Ospina se hubiera guardado una información tan delicada que comprometía la vida del fiscal general, la de un excomandante del Ejército y la de una senadora de la oposición.
Fuentes del Ministerio de Defensa le confirmaron a SEMANA que, en medio de la reunión, hubo un momento complejo porque el general Ospina trató de desconocer el plan del ELN para asesinar a Barbosa. Mancera lo frenó, pues el propio Ejército había entregado a través de una de sus unidades toda la información a la Fiscalía de manera oficial. El ministro Velásquez terció, se solidarizó y se comprometió a colaborar.