EL 63 %, EN DESACUERDO CON QUE UN ENTE PÚBLICO REEMPLACE A LAS EPS

El 73 por ciento de los afiliados al sistema de salud lo califican por encima de 3, es decir, de manera favorable en una escala de uno a cinco, de acuerdo con ‘La Gran Encuesta del Sistema de Salud en Colombia’ realizada por la Andi e Invamer.

Los resultados, basados en 2.704 encuestas, realizadas entre el 20 y 29 de enero, en las principales regiones del país, muestran de manera amplia la percepción de los colombianos sobre su relacionamiento con el modelo sanitario actual, además de las impresiones sobre potenciales cambios en tiempos de reforma.

En este contexto, se halló que el 54 por ciento de la muestra correspondía al régimen subsidiado y el 46 por ciento, al régimen contributivo, en una proporción que se mantiene en casi todas las regiones, excepto en Bogotá, en donde, por razones derivadas del elevado nivel de formalidad, esta relación se invierte: 68 por ciento en el contributivo y 31 por ciento en el subsidiado.

Los usuarios, al calificar los servicios que reciben, en una proporción del 34 por ciento los consideraron “excelentes”, el 39 por ciento “aceptables” y el 27 por ciento restante los percibe como “malos”, lo que, según el salubrista Pedro León Cifuentes, quiere decir que el sistema de salud no se raja ante los usuarios.

Otro aspecto interesante del sondeo fue la relación de fortalezas y debilidades a partir de la opinión general. Al respecto, se encontró que la fortaleza mejor calificada fue que el Estado paga la salud de todos (83 por ciento), seguida de la atención que se recibe del personal médico (76 por ciento). El factor peor calificado fue la oportunidad en la asignación de las citas (50 por ciento) que, a la par, fue la mayor debilidad (49 por ciento) por encima de la facilidad para acceder a citas médicas (48 por ciento) y de la autorización para exámenes y procedimientos (44 por ciento) que, de acuerdo con Cifuentes, son aspectos que necesariamente tienen que analizarse a profundidad por parte de los hacedores de política.

Frente al acceso, casi las tres cuartas partes de los afiliados (73 por ciento) respondieron que pueden acceder al sistema de salud cuando lo requieren, en una proporción que se mantiene en todas las regiones, siendo la más alta en el norte del país (86 por ciento) y en Bogotá la más baja (65 por ciento). Si bien este resultado podría cualificarse como favorable, Cifuentes afirma que hay que revisar a profundidad esta situación, porque si esto se presenta en una ciudad como Bogotá que tiene la mayor oferta de servicios, esto puede agravarse en otras regiones.

Aunque la portabilidad de la afiliación (que todos los colombianos deben recibir atención en cualquier parte del país) es una obligación del sistema, además de que deben ser atendidos cerca de sus casas, la encuesta de la Andi muestra que cerca de la quinta parte de los afiliados (19 por ciento) no recibe atención en sus municipios, una condición que se eleva al 36 por ciento en la zona rural, es decir, un componente que, al tenor de estos hallazgos, exige una mirada profunda.

Por otro lado, cuando los colombianos acceden al sistema de salud, la mayoría de ellos (81 por ciento) tardan menos de una hora en desplazarse a los sitios de atención; el 11 por ciento manifiesta que requieren de una o dos horas en el desplazamiento; el 3 por ciento necesita entre dos y tres horas, y el 4 por ciento respondió que requieren de más de tres horas para este proceso.

Aquí es significativo observar que en las zonas urbanas el 5 por ciento manifiesta necesitar más de tres horas para llegar a los lugares de las citas, mientras que en la zona rural la gente que requiere de este tiempo es solo el 2 por ciento.

Conocimiento del sistema

Ante la pregunta de si se conoce qué es una EPS, siete de cada diez encuestados manifiestan tener claro el concepto, mientras que el 30 por ciento lo desconoce en una proporción que se conserva en todas las regiones. Pero esta relación se invierte al preguntar por las IPS (hospitales o Centros de Atención), en donde el desconocimiento alcanza el 63 por ciento.

Sobre este resultado, Germán Maldonado, especialista en Administración Hospitalaria, manifiesta que después de 30 años resulta inquietante que los colombianos no tengan clara la diferencia entre estos conceptos que son básicos. “Esto permite inferir que en otros términos y elementos del sistema también pueden existir confusiones, lo que indica que algo falla en la pedagogía necesaria sobre el sistema, máximo en tiempos de reforma”.

Sobre la gestión

La gestión del régimen contributivo fue calificada como “excelente” por más de la mitad de la población (58 por ciento) y aceptable en un 28 por ciento de los encuestados, lo que quiere decir que el 86 por ciento la considera positiva. Esta proporción es similar a la calificación que otorgan los afiliados del régimen subsidiado (62 por ciento excelente y 23 por ciento aceptable).

Bajo la misma escala, el 93 por ciento de los afiliados perciben la atención de los profesionales como satisfactoria (78 por ciento excelente y 14 por ciento favorable). Sin embargo, la oportunidad en la asignación de citas fue el indicador con la calificación más baja si se tiene en cuenta que el 70 por ciento de las personas califica en 3 o más –en escala de uno a cinco– esta condición.

En el mismo sentido, el 77 por ciento de las personas califican en 3 o más –en escala de uno a cinco– la oportunidad en entrega de medicamentos y el 97 por ciento manifestó que su estado de salud mejoró con la atención otorgada por el sistema de salud.

No sobra manifestar que apenas algo más de la mitad (53 por ciento) de los encuestados manifestó que la EPS los ha contactado para hacer seguimiento a los casos en los últimos dos años, algo que en palabras Cifuentes debe ser revisado si se tiene en cuenta que estas entidades son gestoras de riesgo, por lo que deben tener una visión clara del estado de salud de todos sus afiliados.

La transformación 

Un capítulo importante de la encuesta es la potencialidad de ajustes del sistema sanitario, frente a lo cual el 32 por ciento manifestó que debe cambiar totalmente, el 58 por ciento aseguró que requiere de algunos ajustes y solo 9 de cada 10 colombianos manifestó que el sistema debe permanecer igual.

En este aspecto, mientras que en la región suroriental del país el 44 por ciento de la población aseguró que el sistema debe cambiar totalmente, en la región centro oriental apenas el 28 por ciento manifestó esta posibilidad. En contraste, el norte del país fue el territorio que manifestó la proporción más alta de personas que dicen que el sistema no debe cambiar para nada (12 por ciento).

Al preguntar cuáles son los principales ajustes que debía tener el sistema, el 45 por ciento clamó por una mayor agilidad en la atención; que el personal mejore dicha atención lo pide el 40 por ciento, y el 16 por ciento esperaría aumentar la oferta de hospitales y centros de atención.

Tomado de El Tiempo

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