Carlos Pizarro Leóngomez fue asesinado el 26 de abril de 1990.
Un juez especializado de Bogotá condenó a 20 años y tres meses de prisión al exescolta del extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) Jaime Ernesto Gómez Muñoz, por el magnicidio del excomandante del M-19 y candidato presidencial Carlos Pizarro Leongómez, ocurrido el 26 de abril de 1990.
En el mismo fallo de 163 páginas, el juzgado décimo penal especializado de Bogotá condenó a Gómez Muñoz al pago de más de 1.250 millones de pesos como indemnización por los perjuicios morales causados a los familiares del excandidato presidencial.
En la sentencia se le niega el beneficio de la prisión domiciliaria y se señala que una vez en firme esta condena se emitirá la respectiva orden de captura contra Gómez Muñoz.
La juez Martha Cecilia Artunduaga Guaraca declaró culpable a este exfuncionario de los delitos de homicidio con fines terroristas, en concurso con concierto para delinquir y porte ilegal de arma de fuego o municiones de uso privativo de las Fuerzas Militares.
Según la investigación pese a que se trató de desviar la investigación a lo largo de muchos años por funcionarios adscritos al DAS y girar la atención hacia Pablo Escobar, al final no lograron su cometido, pese a haberse ejercido presión a algunos de los testigos para que se retractaran de sus versiones iniciales o alteraran sus relatos, porque los propios hermanos Fidel y Carlos Castaño confesar su autoría.
“Buena parte del protagonismo del DAS fue más allá de la participación del detective escolta en el crimen contra Pizarro, cumpliendo el rol de matar al sicario, esforzados la misma Jefatura y algunos directivos del organismo como su equipo de policías judiciales en desviar y corromper las investigaciones por los magnicidios, responsabilizando a la estructura criminal dirigida por Pablo Escobar Gaviria, pero lo cual fue descartado probatoriamente”, señala el fallo.
Así mismo, indica la sentencia “se judicializó la existencia de un aparato organizado de poder que planeó y ejecutó el crimen del dirigente y candidato presidencial de izquierda Carla Pizarro, quien promediando la mañana del jueves 26 de abril de 1990 fue acribillado por un sicario (Gerardo Gutiérrez Uribe, alias Yerri) dentro de la cabina de pasajeros de un avión comercial, sentado en la silla 23 A del HK 1400 de Avianca, que había decolado pocos minutos antes del aeropuerto internacional El Dorado”.