La Corte Internacional de Justicia (CIJ), el máximo tribunal de las Naciones Unidas, ha emitido una orden que exige a Israel detener de inmediato su ofensiva militar en la ciudad de Rafah, ubicada en el sur de Gaza. Esta decisión fue anunciada por el presidente del organismo, Nawaf Salam, quien subrayó que las medidas provisionales dictadas por el tribunal en marzo no han sido suficientes para abordar la situación actual en el enclave palestino asediado.
«Israel debe detener inmediatamente su ofensiva militar en Rafah», afirmó Salam, destacando la urgencia de la nueva orden judicial. Además, mencionó que la situación en Gaza ha empeorado desde la última intervención del tribunal, lo que ha llevado a la CIJ a tomar nuevas acciones para intentar mitigar la crisis humanitaria en la región.
La reciente orden judicial se produjo en respuesta a una solicitud presentada por Sudáfrica, la cual buscaba que el tribunal interviniera para detener la ofensiva israelí en Rafah. Esta solicitud fue presentada apenas una semana después de que Pretoria acusara a Israel de cometer genocidio, un caso que ha atraído la atención internacional y ha aumentado la presión sobre el gobierno israelí.
La CIJ es el principal órgano judicial de la ONU encargado de resolver disputas entre estados. Sus fallos son definitivos y vinculantes, aunque históricamente algunos han sido ignorados debido a la falta de poderes de ejecución del tribunal. No obstante, una decisión en contra de Israel podría incrementar la presión diplomática sobre el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu, especialmente en un contexto donde las tensiones y la violencia en Gaza siguen escalando.
En un desarrollo relacionado, el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), otro tribunal independiente con sede en La Haya, anunció el lunes que había presentado solicitudes de órdenes de arresto contra el primer ministro Netanyahu, el ministro de Defensa Yoav Gallant y varios líderes de Hamás. Estas acciones legales añaden otra capa de complejidad a la ya tensa situación en Oriente Medio, subrayando la gravedad de las acusaciones y las posibles implicaciones legales para los involucrados.