Nueva decepción para Lionel Messi y compañía a nivel europeo. El Paris Saint-Germain quedó eliminado en los octavos de final de la Champions League, luego de caer con un global de 3-0 ante el Bayern Múnich.

Este martes, Eric Maxim Choupo-Moting y Serge Gnabry fueron los encargados de darle la alegría a los bávaros.

Tediosa primera parte

Pocas emociones en los primeros minutos. Ningún equipo quiso arriesgar más de la cuenta y prevalecieron las infracciones y el juego cortado en el centro del terreno.

La primera oportunidad clara de gol llegó sobre los 26, cuando Messi fue habilitado dentro el área y tras una serie de rebotes intentó definir en dos tiempos, pero lo cubrieron bien.

Pasada la media hora de partido, Marquinhos quedó tendido en el césped y tuvo que abandonar el encuentro por dolores en su cadera. En su lugar ingresó Nordi Mukiele.

A los 40, un grosero error del arquero Yann Sommer por poco termina en gol de Vitinha, pero De Ligt salvó milagrosamente en la línea final. Era el blooper de la temporada.

Complemento para el dueño de casa

La segunda parte fue un solo para los alemanes. Avisó al minuto 54 Thomas Müller, luego de rozar un cabezazo de Choupo-Moting para darle a la bola destino de gol. La alegría duró apenas unos segundos, pues desde el VAR avisaron que había fuera de lugar.

A la hora de encuentro se abriría por fin la cuenta. Marco Verratti perdió un grosero balón al borde del área, Leon Goretzka asistió y Choupo-Moting con el arco a disposición selló la historia. Minutos después, Sergio Ramos tuvo el empate de cabeza, pero Sommer a puro reflejo salvó.

El Bayern se adueñó de la posesión, mientras que los parisinos no encontraron la forma de gegenrar peligro. Era tranquilidad absoluta para los locales.

Al minuto 89 Serge Gnabry sentenció la historia en un veloz contragolpe. Remate raso contra el palo que dejó sin opción a Donnarumma. Instantes después, Sadio Mané pudo anotar el 3-0, pero su tanto fue invalidado por el fuera de lugar automático.