El impacto de las sanciones económicas de los países de la OTAN a funcionarios del gobierno ruso y bancos causó que la Bolsa de Moscú no tuviera operaciones el lunes y que se decidiera que el mercado de valores ruso se no se abrirá, por lo menos, hasta el jueves.
Una de las medidas que más ha perjudicado la economía rusa es que algunos de sus bancos fueron expulsados del Sistema Bancario Internacional (SWIFT), causando que no puedan recibir ni enviar dinero, cortando todas las transacciones y poniendo en pausa los ingresos al país.
Ante la incertidumbre que causó que la moneda rusa, el rublo, cayera un 20%, la jefa del Banco Central ruso, Elvira Nabiullina, envió un mensaje de tranquilidad asegurando que aun cuentan con el SPFS (Sistema para la transferencia de mensajes financieros), su versión del SWIFT, y confían en que funcionará igual, manteniendo las transacciones a nivel nacional e internacional.
Pese a la confianza en el SPFS, Rusia tendrá dos días para sopesar el funcionamiento de este sistema y evitar que, al momento de abrir la bolsa de Moscú, la economía rusa tenga una caída histórica que ya se ha venido sintiendo por fuera del país.