El 11 de marzo de 2018, Álvaro Uribe, ratificó por qué era el gran elector del país al lograr la mayor votación al Senado con más de 800.000 votos. En esa año, Uribe logró el 34 por ciento de la votación del Centro Democrático para la Cámara alta, convirtiendo al partido en el más votado con 2.300.000 sufragios. Cuatro años, es decir en 2014, el Centro Democrático logró 20 curules en el Senado con el arrastre del expresidente.
Todas estas cifras ratificaron que Uribe seguía gozando del prestigio político que tuvo en la presidencia de la República y lo convertían en el mayor elector de la historia política de Colombia. Sin embargo, el proceso judicial en su contra y los ataques de la oposición le generaron un desgaste político que él mismo reconoce y por esa razón, cuando renunció al Senado, dejó entrever que no volvería al Legislativo.
Aunque voces al interior del Centro Democrático habían puesto nuevamente sobre la mesa la propuesta para que Uribe estuviera en las listas al Congreso, el expresidente cerró esa puerta y no estará en la contienda de 2022. En una entrevista con el programa la Bodeguita TV, Uribe dijo que el proceso que está afrontando junto a otros asuntos personales le impiden estar en la lista al Senado.
“Haber renunciado me dio muy duro, pero yo no creo que sea el momento y digamos la verdad, este proceso judicial tan injusto que me tiene tan afectado, creo que también es una razón que me dice que yo no puedo pensar que mi nombre esté en el Congreso, primero mi señora y eso lo había hablado con ella que me ha acompañado durante 42 años de matrimonio en esta batalla política intensa”, dijo el expresidente.
Reconoció que la renuncia que presentó al Senado ha sido una de las cosas que más le han dolido porque su trabajo allí era por el país y para evitar afectaciones por cuenta de algunos intereses políticos de algunos sectores. “Yo procuré cumplirle mucho al Congreso, en el último receso que me correspondió antes que tener que renunciar, que fue el año pasado, preparé para el partido como siete u ocho proyectos de ley, yo procuraba cumplir. Este proceso judicial que llevo sobre mis hombros injusto, me obliga a mí a tener que decir que no puedo poner mi nombre en consideración de los colombianos”.
Sin embargo, que no esté en la lista del Centro Democrático no significa que se vaya a retirar de la política y por eso seguirá al frente de la colectividad y liderando distintas iniciativas sociales que serán presentadas en el Congreso. Reconoció que lo único que faltó por hacer en el Legislativo fue una verdadera reforma política para solucionar los problemas de la democracia y el tema de la conformación de listas.
“Es muy difícil convencer a los aspirantes del Centro Democrático de una lista cerrada en un esquema de listas abiertas, yo creo que el país debe pensar muy bien ese tema político. Estos cuatro años del presidente Duque, próximos a terminar, nos van a dejar sin esa reforma y la reflexión es o cerramos todas las listas o lo dejamos como está, pero es muy difícil”.