Comparte con Franco Armani el rótulo de jugador más ganador en la historia de Nacional con 13 títulos. Terminó el curso de técnico y después de su retiro se sigue preparando para cuando tenga la oportunidad de dirigir. Sin embargo, le extraña que el club se rodee de referentes tanto en el equipo profesional como en las divisiones menores, y que a él no lo hayan llamado. Respeta la decisión y está convencido de que triunfará a donde le toque ir.
Henríquez habló el sobre este y otros temas, como la falta de protagonismo del verde a nivel internacional y los 5 años sin títulos de Liga.
¿Cuál es su presente?
“Bien gracias a Dios, preparándome mucho, viendo mucho fútbol, leyendo, sacando conclusiones, y el tiempo que me queda lo disfruto con la familia”.
Todavía está en forma, ¿sigue entrenando?
“Sí. Es lo mismo que cuando jugaba, voy al gimnasio, trato de cuidarme como siempre con la alimentación para no subirme de peso”.
¿Cómo asumió el retiro?
“Estaba preparado, lo pensé por mucho tiempo. Siempre dije que jugaba hasta los 37 o 38 años, que de ahí en adelante ya no más. De pronto por mi forma de ser y mi personalidad, no me dio tan duro. Tenía claro lo que quería para mi vida mientras estaba jugando, por eso saqué el cartón de entrenador en Argentina y eso me sirvió para tener mayor tranquilidad el día del retiro, porque tarde o temprano iba a llegar. Tenía la ilusión de jugar un año más con Nacional u Once Caldas, y no se dio, entonces tomé la decisión de dejar el fútbol a los 37 años”.
¿Cuándo lo vamos a ver cómo técnico?
“Esa es la idea, la de ser entrenador cuando Dios quiera. La verdad me siento preparado, con mucho conocimiento gracias a estudiar mucho y a que tengo la experiencia de muchos años de fútbol. Tuve la fortuna de ganar con los mejores y eso sirve, pero soy consciente de que debo prepararme y eso es de todos los días. Leo, veo entrenamientos y saco conclusiones de cómo quiero entrenar y cómo quiero que juegue mi equipo. Me siento preparado para cuando me llegue la oportunidad”.
¿Lo han acercado a Atlético Nacional?
“No, no tengo comunicación con ellos sobre ese tema. Yo sí sé que hay mucha gente que hizo grandes cosas con el club y están ahí. Tengo a mi hermanito jugando en las inferiores y la posibilidad de ir a verlo jugar. Pero del club, como tal, no”.
¿En qué posición juega su hermanito?
“Es extremo, es de la categoría 2004. El año pasado quedó campeón con la Sub-17. Lleva cuatro años allá y para mí tiene buenas condiciones, pero hay otra gente que sabe más del tema, que está especializada en eso y ojalá él tenga la bendición de jugar profesionalmente”.
Desde que ustedes lograron la Libertadores de 2016, Nacional no es protagonista a nivel internacional, ¿Por qué cree que está sucediendo eso?
“Creo que perdieron el rumbo de lo que querían, porque antes, de 2012 a 2017, conseguimos todo. Los directivos eran conscientes de un proyecto en el que se podían conseguir cosas, así hubiera momentos malos, así la gente no estuviera de acuerdo. Los dirigentes eran fuertes, confiaban en lo que ellos querían y seguían el proceso, independiente del resultado. En 2017 empezaron a traer entrenadores, por ejemplo a Juan Manuel Lillo, que nosotros sabíamos que si se quedaba el club podía pelear otra vez un torneo internacional, pues íbamos por buen camino. Pero empezaron a tomar decisiones como las de sacar a los entrenadores en 7 u 8 meses y van por esa misma línea desde 2017. No les ha funcionado, no les ha servido y ahí está la falla, porque la única manera de conseguir cosas es respetando los proyectos”.
¿Entonces a los directivos les ha faltado sostener los procesos más allá de la presión de los hinchas?
“Los resultados están ahí, a simple vista, eso no lo va a negar nadie. El hincha de Nacional siempre fue exigente, los dirigentes deben ser conscientes de eso, porque la afición siempre va a pedir título. Pero ellos son los que toman las determinaciones, porque los entrenadores mandan la hoja de vida y ellos son los que deciden sobre el proyecto. Pero si no tienen una convicción fuerte, es muy difícil. Por ejemplo en 2012 armamos una gran nómina y fracasamos con el profesor Santiago Escobar, llegó Osorio y estuvimos mal los primeros seis meses, pero lo aguantaron hasta que se consiguió todo lo que alcanzamos, que se consolidó con la llegada de Reinaldo Rueda. Pero llegó Lillo con un proyecto y a los 6 o 7 meses lo sacan, y así siguieron. De 2017 para acá cambiaron muchas cosas que no han funcionado”.
¿Es necesario también concientizar a los hinchas de esa situación para que aguanten un proceso?
“No, los hinchas son así, se mueven por la pasión y el resultado, pero acá la cabeza es la que debe estar fuerte y salir a dar la cara cuando las cosas están mal. No he visto a ningún directivo salir a respaldar un proyecto cuando se vienen los momentos difíciles. Deben hacerlo, decir que independiente del resultado el técnico seguirá para que la gente entienda, pero si no lo hacen, los aficionados no lo van a entender. En el momento que ellos se decidieron por Alejandro Restrepo tenían que respaldarlo. Que la gente vea una directiva convencida de lo que va a hacer y no que genere más dudas que certezas, eso es lo que permite que la gente especule y diga cosas sin sentido”.
Tocó un punto fundamental, el de la honestidad dirigencial…
“Obvio, eso es claro. Hay que salir a explicar cada situación, que los jugadores y el entrenador del momento sientan el respaldo del club, porque se hablan muchas cosas por fuera, pero nadie sale a aclarar las situaciones y a decir la verdad. El hincha merece saber todo los que está pasando. No es posible que Nacional dure 5 años sin ganar un título de Liga colombiana con todos los grandes jugadores que tiene”.
¿Y cómo observa lo que empezó ahora con Hernán Darío Herrera?
“Al profesor Herrera lo aprecio y lo respeto por lo que significa para el club y lo que hizo como jugador. Dios lo puso otra vez al frente de la institución, hay que hacerle fuerza para que le salgan las cosas bien. Tiene experiencia y conocimiento, jugó en el club y es ídolo. Lo preocupante es que no se sepa qué va a pasar con él, si va a seguir o no al frente del equipo, que los directivos salgan y lo digan para que la gente no se ilusione, porque si el profe queda campeón qué, cómo van a hacer si no han dicho nada. Desde el principio hay que tener claridad y decir ‘el profe se va a quedar acá hasta que termine el torneo, gane o pierda’ y así la gente ya sabe qué esperar”.
Él tiene todas las herramientas para ser técnico en propiedad, pero los directivos tienen que manifestarse…
“Sí, claro. Igual en el club hay personas de mucha experiencia, que ganaron y se quedaron y eso es importante. Hay que esperar a que las cosas le salgan bien, se lo merece por la clase de persona que es y por lo que ha hecho por el club”.
Desde que usted salió del equipo se habla que a Nacional le falta liderazgo, ¿qué piensa?
“No me baso tanto en el tema del líder, porque creo que es algo natural del ser humano. Álex Mejía, Dorlan Pabón, Felipe Aguilar, Giovanni Moreno, el mismo Duque son de otra generación, porque la de hoy no jugó en la calle como nos tocó a nosotros. Más que el liderazgo, lo que marca la diferencia es el entrenamiento, practicar el juego, trabajar de otra manera, planificar cada partido diferente porque el fútbol cambió y evolucionó y me baso más en el plan y la idea de cada entrenador, o juego a atacar o a defenderme, no puedo cambiar cada tres días. Hay que tener una idea clara y más en Nacional, porque el que dirija en Nacional sabe que debe salir a proponer en todos lados, es el equipo más grande de Colombia”.
Pero a veces si es necesario gesticular en la cancha, alguien que les hable a los compañeros y a los jugadores rivales…
“Ahorita tienen a Mejía y Aguilar, ellos entienden cuándo hay que presionar o pelear y cuándo no. El mismo juego te va dando esas pautas. Aguilar fue criado por nosotros, pero su forma de ser es más tranquila que la de Mejía que tiene mayor temperamento. Ellos saben dónde están, pero lo que yo veo, desde afuera, es que no hay normas claras de cómo hay que comportarse siendo jugador de Nacional, porque cuando llegas allí te debes entrenar diferente porque hay una presión extra de ganar títulos”.
¿Cree que a Nacional le hace falta un portero?
“Aldair Quintana y Kevin Mier tienen muy buenas condiciones, por eso están Nacional, pero desafortunadamente para ellos, se han equivocado en partidos puntuales que los marcan y ha sido difícil para ellos superarse. Los conozco a los dos y tienen que tener más personalidad, más carácter, porque están en el arco de Nacional y gústeles o no, siempre van a tener a sus espaldas grandes porteros y los van a comparar, eso sucede no solo en el arco, sino en todas las posiciones. Ellos deben tener ese carácter, y cuando se acabe el torneo que sean ellos los que tomen la decisión sobre lo que quieren hacer con sus carreras”.
¿Por qué cree que no lo han acercado al club?
“A mí también me extraña, pero será que hice las cosas mal en Nacional para no merecer estar ahí. Pero bueno, ellos tendrán sus motivos, sus razones, las respeto, pero tan mal no hice las cosas como para no merecer una llamada. Igual, siempre veo los partido de Nacional, hago fuerza por muchos compañeros que tuve ahí. Y me preparo, si no es Nacional, sé que va a ser en otro equipo, y voy a dar mucho de que hablar porque tengo una idea muy clara en la cabeza de lo que quiero como entrenador. Me gustaba jugar bien al fútbol, entendía mucho el juego, tenía mucha idea de jugar bien y creo que puedo aportarle cosas al balompié colombiano”.
Usted ha sido cercano a Juan Carlos Osorio, ¿cómo analiza el momento que él atraviesa con el América?
“Los consejos se los he dado personalmente y por teléfono. Hablo mucho con él, lo quiero mucho, tanto a él como a Lillo. Para mí, los mejores entrenadores que tuve. A Osorio no le han salido las cosas como él quiere. Sabe lo que tiene que hacer por el bien de él y todo lo que le puede aportar a fútbol colombiano. Sé lo que está viviendo, pero él tomó ese reto, ese riesgo y a veces las cosas salen y otras no. Lo que sí es claro es que tú puedes ser el entrenador que quieras, pero el juego es de los futbolistas”
Tomado de El Colombiano