El patrullero Diego Felipe Ruiz , asesinado en Sampués, Sucre, se convirtió en la más reciente víctima de Clan del Golfo en su plan pistola contra la Policía. Con él, ya son 26 los uniformados asesinados en lo que va de este año por ese grupo ilegal. De ellos, 19 estaban en cumplimiento de su servicio y siete de descanso, casi siempre en su casa.
La situación se ha visto agravada durante este mes de julio, donde han sido asesinados 13 policías, en especial en los departamentos de Antioquia y Córdoba.
A propósito de estos hechos, el director de la Policía, general Jorge Luis Vargas, insistió en que debe seguir la persecución contra el Clan del Golfo y además pidió más respaldo a las víctimas de los ataques.
“Les pido a los compatriotas, como policía, que rodeen a su Policía Nacional. Se movilicen en las redes sociales, en las calles, apoyando a los policías de Colombia, que dan la vida y la salud por el país”, aseveró Vargas.
En total, se contabilizan 150 ataques u hostigamientos en medio de este plan pistola que, además de los fallecidos, dejan 48 agentes heridos.
Entre las medidas tomadas por las autoridades, está reforzar los patrullajes, en especial en las zonas rurales, y aumentar las recompensas por montos de hasta $500 millones por los cabecillas.