La rebelión al interior del Centro Democrático es cada día más evidente y queda demostrado cuando contra todo pronóstico, la congresista Amanda Rocío González, del Centro Democrático, fue elegida como nueva presidenta de la Comisión Sexta del Senado de la República, que aborda temas relacionados con la educación.
La colectividad –hasta hace poco tiempo una de las más disciplinadas o sumisa a su jefe- había determinado que esa dignidad debería estar ocupada por la legisladora Ruby Chagüi, quien es muy cercana al expresidente Álvaro Uribe Vélez, sin embargo, González diseñó una estrategia y se movió con otros partidos para lograr ser elegida.
Esta acción fue considera al interior de la colectividad, como una “rebelión” directa contra las decisiones internas que se toman en la bancada y por supuesto su manera de actuar no ha caído muy bien.
Para todos los miembros del uribismo fue una sorpresa que González resultara electa, ya que desde la propia dirección del partido se habían enviado comunicaciones oficiales a la Presidencia del Senado, postulando oficialmente a Chagüi para ese cargo.
La “rebelión” o desobediencia de la senadora Amanda Rocío, acarreó una investigación disciplinaria interna por parte del Comité de Ética del Centro Democrático, que deberá determinar si ella incurrió o no en una falta.
Además, algunas fuentes cuentan que la senadora González también habría incumplido otro acuerdo político para intercambiar de comisión con el también senador uribista John Harold Suárez.
El propósito era que Suárez, que es de la Comisión Segunda, que trata asuntos de seguridad y defensa, se fuera a la Comisión Sexta y que esa curul en la Comisión de Relaciones Exteriores fuera ocupada por Amanda Rocío, hecho que ya no ocurrirá debido a que se hizo elegir como presidenta.
Para analistas políticos ya al interior del partido de gobierno son muchas las divisiones que hay por lo que se visualiza su fin hacia el futuro, con un agravante, que sus miembros no tienen muy buena acogida en otras colectividades teniendo en cuenta que, al momento de recoger votos, es muy poco o casi nada lo que suman en sus regiones pues no es un secreto que esa carga está en la persona del senador Uribe.