Por Redacción Portal La Noticia.
Cereté. Bien dice un adagio popular que “a quien no le gusta el caldo se le dan dos tazas”, y en ocasiones pueden ser hasta tres y cuatro. En Cereté, la contienda política dejó que este dicho se viviera en todo su esplendor.
Este 27 de octubre los cereteanos debían elegir el alcalde que encabezaría los próximos cuatro años de administración. ‘Toño’ Rhenals, ‘Memo’ Chagüi, Homero Angulo y Eustorgio Galindo, fueron los nombres que se pusieron a consideración y que quedaron en la puja por llegar a ser el primer mandatario de los cereteanos.
Homero Angulo hacía lo suyo con su campaña austera y sufrida; Eustorgio Galindo, entre curas y males, intentaba no perder el norte y a su vez el apoyo de sus concejales; ‘Memo’ Chagüi se esforzaba por hacer de su nombre una imagen popular y simpática; mientras que ‘Toño’ Rhenals seguía haciendo su trabajo de años en las comunidades, donde la alimentación y las ollas comunitarias fueron sus estandartes, y que más adelante se convertiría en su fortín.
Para nadie era secreto que la disputa por la Alcaldía de Cereté estaba entre ‘Memo’ Chagüi y ‘Toño’ Rhenals, cada uno iba mostrando su mejor versión de sí para poder ganar adeptos y llevar su proyecto político a feliz término. ‘Memo’ hizo de la tarifa diferencial su propuesta fuerte, tanto así, que a cada debate y reunión mostraba una moneda de 500 como representación de esa promesa, ‘Toño’ Rhenals hizo de las ollas comunitarias un fenómeno social. “La Sopa y el Arroz” era la frase que merodeaba en cada esquina y calle de Cereté.
Fue tanta la incidencia de esta frase, que muchas veces, para referirse a ‘Toño’, escuché de boca de la gente decir “el Sopita”, “el de la Sopa y el Arroz”, “el Sopita Clarita”. Le estoy diciendo que se hizo tan viral, que lo que comenzó como un título lleno de sarcasmo, terminó siendo utilizado hasta por las personas que más querían a ‘Toño’.
Cuando se asomó la recta final de las campañas, cada candidato comenzó a subirle la revolución a sus motores y a tratar de conquistar la opinión de la gente. En las redes sociales había una disputa monumental por los seguidores de cada candidato. ‘Memo’ Chagüi hizo recurso de sus relaciones políticas, de las que muchas veces le sirvieron como discurso.
Fue así como presentó en una tarima a sus apoyos políticos: la Senadora Ruby Chagüi, al aspirante a la Gobernación Carlos Gómez y el representante a la Cámara Wadith Manzur. El congresista Wadith, en un discurso bastante acalorado, arremetió contra «la Sopa y el Arroz”, tratando esta labor como un engaño y una situación que sometía al pueblo a la pobreza.
La pronunciación de Wadith Manzur provocó toda clase de reacciones en Cereté. Los seguidores de ‘Memo’ Chagüi apoyaron fervientemente esta postura, haciendo que la arremetida se volviera más fuerte, mientras que los seguidores de ‘Toño’ se aferraron más a “la Sopa y el Arroz” y comenzaron a subir fotos de platos de sopa y arroz en las redes, como una campaña de apoyo a esta labor.
Se llegó el día de las votaciones. En las calles la política hacía su propio baile. Los ‘Memistas’ alardeaban de su maquinaria y los ‘Toñistas’ solo se pegaban de la frase “Yo voy con el de la Sopita”. Recuerdo a una vecina que cuando salió a votar expresó con voz fuerte “voy a votar por el de la Sopita”. Su vecino y contrario político le dijo que terminaría ahogada con su candidato en esa olla de sopa.
A las 4:00 de la tarde cerraron los puestos de votación. Rápidamente me dirigí hacia el lugar donde se reunía la familia Chagüi y donde pensé que estarían esperando el veredicto, pero encontré un hermetismo al que decidí no perderle tiempo, así que ubiqué a ‘Toño’ Rhenals con su gente. Justo cuando iba por la calle San Antonio, venía ‘Toño’ Rhenals acompañado de una multitud; personas de a pie, en bicicletas y en motos, orquestaban el jolgorio ‘Toñista’.
En la caminata de ‘Toño’, los abrazos y los gritos eran los pioneros, pero se hacían las paradas donde el abogado Albeiro Vanegas leía en voz fuerte cada boletín emitido por la Registraduría Nacional, los que no dudé en mostrarle al pueblo de Cereté en una transmisión en vivo.
Calle a calle se recorría Cereté. La Calle de las Flores, la cuna de la familia Chagüi, también vio pasar esta gran multitud de personas que decidieron leer otro boletín frente a los ‘Memistas’, quienes miraban despavoridos el gentío que caminaba con “el Sopita”. En otro boletín que se leyó en voz alta en el puente metálico, la diferencia que ‘Toño’ llevaba a ‘Memo’ era abrumadora. Traté de captar cada instante, decidí que el Portal La Noticia estaría en la callle, registrando cada momento y con el aspirante que se convertiría en alcalde electo.
La gente muy amablemente me abrió paso y me permitió estar cerca a ‘Toño’ Rhenals, que caminaba en compañía de su madre la señora ‘Mito’, y así pude registrar momentos inéditos y las expresiones del candidato. Cuando la calle del hospital recibía la multitud, la mano de ‘Toño’ Rhenals reposó en mi hombro y supe que era el momento de que todas las personas que veían la transmisión escucharan al que ya el curso electoral pintaba como alcalde. “Me siento feliz, estoy muy contento por todo este respaldo, recuerdo a mis concejales que murieron”, dijo ‘Toño’. Estás cansado, pregunté. “No, esta es mi gente. Voy a caminar con ellos”, respondió.
El barrio Santa Teresa y 24 de Mayo recibieron a ‘Toño’ como alcalde electo. Ya Luis Antonio Rhenals caminaba con una ventaja de más de 10 mil votos sobre ‘Memo’ Chagüi. Las ollas sonaban en las casas, hasta en las motos la gente montaba las ollas con la imagen de ‘Toño’, esas ollas con las que se hacían las comidas en las veredas.
Amparo Padilla dio paso al alcalde electo y en el balcón de su casa le permitió dirigirse a la multitud de personas, que llenas de euforia, esperaban que su alcalde se pronunciara. Una vez más, el Portal La Noticia siguió el paso y registró el discurso de ‘Toño’, que provocó la locura total en la gente.
Después de esto, caminaron hacia el centro de Cereté. ‘Toño’, montado en el techo de la camioneta que conducía el artista vallenato Néstor Vanegas, saludaba a la multitud. Así lo seguí transmitiendo y acompañé a esta multitud hasta el parque central, donde me despedí levantando mi mano al alcalde electo, gesto que también respondió.
Ya de camino a casa, este suceso político e histórico me hizo pensar que “el Sopita” había dado a ‘Memo’ ‘SOPA Y SECO’, y que, como dice el comienzo de esta columna: «al que no le gusta el caldo se le dan dos tazas», bueno, aquí no fue una, ni dos, fueron más de 30 mil tazas que se sirvieron en las urnas y que se representaron en votos.
Javier Araújo Morelos.