«Debemos tomar muy en serio a aquellas personas que lo conocieron mejor», declaró. «Sí, lo creo. Sí, lo creo». Esta fue la primera vez que la vicepresidenta usó ese término de manera pública para describir al expresidente.
Harris también aprovechó la oportunidad para subrayar que Trump no es adecuado para liderar el país, al señalar la importancia de las declaraciones de Kelly como una «llamada del 911 al pueblo estadounidense» . Además, mencionó el respaldo de figuras republicanas como Liz Cheney, una crítica abierta de Trump, que ha estado haciendo campaña por Harris. «A diferencia de Trump, será una presidenta para todos los estadounidenses», afirmó con determinación, reiterando su compromiso de trabajar con personas de todas las ideologías y promover el debate saludable.
Por su parte, Trump respondió de manera rápida en sus redes sociales, utilizando X (antes Twitter) y Truth Social para criticar a Harris. En sus publicaciones, afirmó que ella estaba aumentando su retórica porque «ve que está perdiendo» , y acusó a la vicepresidenta de compararlo con Hitler, lo cual Harris nunca hizo explícitamente. En lugar de eso, Harris señaló que «el pueblo estadounidense merece un presidente que fomente un debate saludable… y no se compara de manera admirativa con Hitler» , en clara referencia a los presuntos comentarios de Trump.
A medida que se acerca el día de las elecciones, las encuestas muestran una carrera muy reñida entre Harris y Trump. Los analistas señalan que los estados en disputa jugarán un papel crucial, y cualquier pequeño movimiento puede inclinar la balanza. En este contexto, Harris ha intensificado su retórica y se ha centrado en conectar con una amplia gama de votantes, incluyendo a aquellos preocupados por los derechos reproductivos y la influencia del gobierno en decisiones personales, como el aborto. «No se trata de imponer mi forma de pensar, sino de mantener al gobierno fuera de las decisiones personales» , explicó un asistente que le preguntó sobre su postura en el tema.
Al otro lado del país, Trump continuó con su propio discurso en Traverse City, Michigan, donde mantuvo su línea de ataque contra Harris y otros líderes demócratas. En su intervención, calificó a Harris como una «persona con bajo coeficiente intelectual» y dedicó tiempo a criticar a ciudades como Detroit, un punto clave en el estado de Michigan, acusando a la ciudad de haber sido «diezmada por políticos estúpidos». Su discurso, que se extendió por más de 90 minutos, también incluyó referencias despectivas hacia inmigrantes y críticas a la gestión de la frontera sur de Estados Unidos.
Fuente: La FM