El presidente Gustavo Petro se pronunció este sábado en cuenta de X sobre el aumento de $1.900 en el precio del galón de diésel, una medida que ha sido rechazada por el gremio de los transportadores y que inclusive los llevó a paro este 30 de agosto.
Según el mandatario, mantener el precio del diésel congelado no es sostenible debido a la deuda. Y aseguró que afecta principalmente a los más pobres.
“No podemos mantener el diésel congelado porque la deuda que se genera afecta a los más pobres que dejan de tener recursos presupuestales para calmar el hambre y educarse”, señaló Petro. Además, dijo que “el transporte de carga pasó a grandes corporaciones que importan masivamente tractomulas e imponen el valor de los fletes. Han convertido al transportador en obrero a sueldo”.
De hecho, también aprovechó para cuestionar el paro de sector por sus supuestas conexiones políticas: “Sé de la enorme influencia uribista de las directivas de las grandes empresas camioneras y de su deseo desde el primer día de mi gobierno de parar las carreteras y buscar lo que hicieron con Allende, pero los pobres no pueden ser sacrificados como hizo Duque con la gasolina”.
Ahora, el mandatario hizo un llamado al Ministerio de Transporte para que busque la transición hacia alternativas energéticas más sostenibles: “El Ministerio de Transporte debe ayudar a los transportadores en general a pasar a alternativas de energía más limpias y baratas”.
Finalmente, Petro instó a las entidades de control a vigilar a las empresas del sector “que decidan cortar derechos a la ciudadanía o que no traten bien a sus trabajadores y les impongan condiciones leoninas de trabajo”.
El aumento en el precio del diésel ha sido un tema sensible, no solo para el gremio, pues Fenalco ha advertido que el aumento del precio del combustible también incrementaría el costo de los alimentos y demás productos de la canasta familiar.