Diana Alexandra Remolina Botía, presidenta del Consejo Superior de la Judicatura, compartió sus vivencias durante el asedio al Palacio de Justicia, describiendo la jornada de protestas como «un día de contrastes».
Según contó, el día empezó con un curso sobre inteligencia artificial para la administración de Justicia. Sin embargo, la situación cambió a lo largo del día, experimentando momentos de tensión y preocupación debido a la presión ejercida por los manifestantes que rodearon el Palacio.
Remolina destacó la importancia de la presencia de la Policía Nacional, que acompañó a los magistrados durante todo el día. A pesar de las tensiones, aseguró que estuvieron tranquilos, pero resaltó la inaceptable limitación en la movilidad y el acceso a alimentos.
«Sí hubo un cerco al Palacio de Justicia, y ese cerco nos impidió ejercer nuestra libertad de locomoción, se nos impidió salir. Incluso ni siquiera se permitió el ingreso de alimentos, y eso realmente es inaceptable», dijo.
En cuanto a la responsabilidad del Gobierno, la presidenta del Consejo Superior de la Judicatura subrayó la necesidad de garantizar los derechos de todos los ciudadanos y el ejercicio de funciones por parte de los magistrados, especialmente en el proceso de elección de la nueva fiscal de la nación.
Asimismo, insistió en la importancia de brindar garantías a la Corte Suprema y respetar los tiempos necesarios para sus decisiones.
De este modo, concluyó reafirmando la independencia de las Cortes y su compromiso con el ejercicio constitucional.