Entre ellos está el secuestro de un vuelo, de personajes de la comunidad religiosa y del periodismo.
Tras el reciente secuestro del padre de Luis Díaz por parte del grupo armado ELN, Colombia se ve nuevamente conmocionada por un acto de violencia que impacta a nivel nacional e internacional. Sin embargo, este no es el primer episodio de secuestro que ha marcado al país por parte de este grupo armado.
El primero de ellos tuvo lugar en mayo de 1990, cuando el ELN secuestró a varios líderes religiosos, incluyendo al presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Darío Castrillón, mientras celebraban una reunión en Cali. Este acto generó indignación tanto a nivel nacional como internacional, y tras varios días de negociaciones y presión pública, los secuestrados fueron liberados. A pesar de su liberación, este episodio dejó una profunda huella en la sociedad colombiana, resaltando la violencia e inseguridad en el país y llevando a un debate más amplio sobre la necesidad de buscar soluciones al conflicto armado en Colombia.
El segundo secuestro que cabe destacar es el del Vuelo 9463 de Avianca el 12 de abril de 1999. Este vuelo, que cubría la ruta Bogotá-Cali, fue secuestrado por miembros del ELN. Durante el secuestro, pasajeros y tripulación vivieron momentos de angustia y tensión. Los secuestradores desviaron el avión hacia una pista clandestina en las selvas del país, donde mantuvieron a los rehenes durante varios días. Tras difíciles negociaciones, se logró la liberación de los pasajeros y la tripulación con vida.
El tercer caso que resalta es el secuestro de la periodista Salud Hernández en mayo de 2016. La periodista española se encontraba realizando investigaciones en la región de Catatumbo, una zona con presencia guerrillera, cuando fue secuestrada por el ELN. Hernández fue mantenida cautiva durante varios días, lo que generó una intensa búsqueda y preocupación por su seguridad. Afortunadamente, Hernández fue liberada después de seis días de secuestro. El ELN argumentó que la había retenido para realizar una entrevista, pero la acción fue ampliamente condenada y aumentó la presión sobre el grupo guerrillero para avanzar en las conversaciones de paz con el gobierno colombiano.
La conmoción y el impacto nacional e internacional que generan estos actos subrayan la importancia de buscar soluciones pacíficas y estables para Colombia, a fin de evitar la repetición de tales episodios en el futuro.
Tomado de: Caracol Radio.