El informe lo presentó el presidente Petro este sábado.
Así mismo, se añade que “Colombia ha pagado una cuota muy alta no solo en términos económicos, sino de vidas humanas y afectación al ambiente. Se cuentan por miles las víctimas, muchas de ellas campesinos, mujeres, jóvenes, grupos étnicos, y miembros de la fuerza pública, así como los impactos al ambiente”.
El documento de 80 páginas, menciona, por ejemplo, que lo que se busca es atender el problema de drogas de una manera mucho más responsable.
Entre los objetivos del informe está:
- Consolidar un bloque de países con visiones compartidas que impulsen nuevos enfoques frente al fenómeno de las drogas
“Colombia buscará articular países que coincidan en la necesidad de iniciar una discusión en torno a la efectividad de las políticas tradicionales de drogas y sus efectos, así como la importancia de generar estrategias para abordar las drogas desde un enfoque de derechos humanos. La coordinación entre naciones que enfrentan desafíos compartidos garantiza un mayor nivel de éxito en las acciones planteadas”, señala uno de los apartes.
Y agrega: “La articulación se propiciará en el marco de las instancias establecidas en materia de drogas. Es decir, escenarios bilaterales, regionales y multilaterales, incluyendo Naciones Unidas, OEA, CELAC, Unión Europea, MERCOSUR, en Comisiones Mixtas bilaterales, entre otros. También se contemplarán espacios alternativos a los tradicionales. Durante estos diálogos se impulsará la participación de organizaciones, academia y comunidades, reconociendo el rol preponderante que ha tenido la sociedad civil colombiana en las discusiones internacionales sobre drogas”.
El primer paso será articular con los países de la región, pero el objetivo en el mediano y largo plazo será concitar la voluntad de países de distintos continentes, advierte el Gobierno.
En la misma línea, se habla de que la Política de Drogas tendrá una estrategia desplegada desde dos vías que el Gobierno llama ‘Oxígeno’ y ‘Asfixia’
‘Oxígeno’
Según explican, esta vía va especializada para los territorios y población que “se han visto desproporcionalmente afectados por el mercado de drogas ilegales”.
Las tres prioridades de este pilar, según dice el documento, son:
- “Apoyar el tránsito integral hacia economías lícitas y la reducción de vulnerabilidades de los territorios y poblaciones (rurales y urbanas) que dependen y han sido afectadas por el mercado ilegal de las drogas”, transformando de esta manera las condiciones económicas de esta misma población.
- “Implementar medidas de manejo ambiental y acción climática” con el fin de, dice el documento, “conservación y restauración de las zonas que, directa e indirectamente, han sido afectadas por la economía de las drogas ilícitas”.
- Finalmente, como última prioridad se encuentra “abordar el consumo de sustancias psicoactivas desde un enfoque de salud pública y de derechos”.
‘Asfixia’
Por otro lado, esta segunda vía va ligada al espectro criminal en “donde los esfuerzos militares, policiales y punitivos se concentrarán los nodos estratégicos del sistema criminal, que son quienes generan violencia y se lucran en mayor proporción de esta economía ilícita.
En ese sentido, este segundo pilar cuenta con una prioridad ligado al sector criminal en materia de drogas:
- “Afectar las capacidades y rentas de las organizaciones y nodos más fuertes del narcotráfico, desde un enfoque sistémico, entendiendo su complejidad y su relación con otras economías ilegales y legales. Además, se combatirá la corrupción asociada a la implementación de esta política”.
Adicionalmente, a esos dos pilares se suman unos “ejes tejedores” que según el Gobierno Nacional funcionan como puntos convergentes entre ‘Oxígeno’ y ‘Asfixia’.
Las prioridades de estos están basadas en tres conceptos: transformar, avanzar y liderar.
- “Transformar narrativas estigmatizantes e implementar medidas” relacionadas a justicia social en cuanto al favor de poblaciones que históricamente han sido afectados por el narcotráfico.
- Poner sobre la mesa la regulación de mercados en esta materia, pues según dice el Gobierno, se trata de “avanzar en la regulación de mercados como el cannabis de uso adulto y los usos no psicoactivos de la hoja de coca”.
- Y finalmente, “liderar una estrategia de diplomacia internacional para el cambio de paradigma en el abordaje del fenómeno de las drogas”.
Vea el documento a continuación:
Vía WRadio.