Es la única forma que encontró el Legislativo para hacer que el alto funcionario comparezca, después de nueve citaciones que le hicieron, pero que incumplió.
El esquivo canciller de Colombia, Álvaro Leyva Durán, deberá comparecer este miércoles 12 de abril ante la Cámara de Representantes para responder por el nombramiento en el cuerpo diplomático de personas que no son de carrera ni tienen experiencia, y por los señalamientos de que está más dedicado a los temas de la paz que al fortalecimiento de las relaciones internacionales y la solución de problemas de colombianos en el exterior.
Para que explicara esos y otros asuntos, a Leyva Durán ya lo habían citado en la Cámara de Representantes en nueve ocasiones, pero no asistió a ninguna. Así que a los representantes no les quedó otra opción diferente a apelar a la figura de moción de censura, consagrada en el Artículo 135 de la Constitución y considerada el máximo control político que le puede hacer el Congreso de la República (Senado o Cámara) a ministros, superintendentes o directores de departamentos administrativos.
Pero esta no es una situación que solo afecta al ministro de Relaciones Exteriores. Es también una tacha para el Gobierno de Gustavo Petro, ya que es la tercera moción de censura que enfrenta su administración. Eso convierte a Petro en el mandatario cuyo Gobierno ha lidiado con más mociones de censura en menos tiempo.
Semana hizo las cuentas y encontró que el récord lo tenía el expresidente Iván Duque: su gobierno, en 1.461 días, enfrentó 10 mociones de censura, o sea, una cada 146 días. Gustavo Petro lo supera pues tres de sus ministros han sido citados en apenas 248 días de gobierno, es decir, una citación cada 83 días. Y otro está en cola: el de Defensa, Iván Velásquez, que también está citado a moción de censura el próximo 26 de abril.
¿Qué significa esto? Las explicaciones se pueden reducir a dos razones básicas que difieren según la orilla desde donde se observe la situación: el Gobierno de Petro puede entender las citaciones como una persecución política, mientras que para la oposición y sus críticos esas mociones solo prueban que el gabinete ministerial está mal.
Antes de asistir a la moción de censura de este miércoles, Leyva Durán había convocado a una rueda de prensa para explicarles a los periodistas en el Palacio de San Carlos —sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, en el centro de Bogotá— el nombramiento de personas inexpertas, entre otros temas, y admitió la falta de experiencia en algunas de ellas.
Ahora, Leyva Durán deberá asistir a la moción de censura a la que lo citaron los representantes a la Cámara Érika Tatiana Sánchez (Liga de Gobernantes Anticorrupción) y Vladimir Olaya (Centro Democrático), que aseguraron tener pruebas de que el canciller se dedica más a labores de paz que al ejercicio diplomático.
Polémicos nombramientos en la Cancillería
Quizás eso haya propiciado que en los primeros siete meses del Gobierno se hayan nombrado 94 personas en la Cancillería, 31 de las cuales han sido en provisionalidad. “Estos últimos cargos terminaron en manos de personas que, en algunos casos, no cumplen con los requisitos mínimos”, asegura un documento publicado por los dos representantes, citado por Semana.
En el listado de los ‘diplomáticos’ nombrados al amparo de Leyva Durán están Karen Natalia Carvajal, técnica en diseño de modas, que no es profesional (requisito indispensable), pero accedió al cargo de segunda secretaria de relaciones exteriores del Consulado de Colombia en Barcelona, pese a que el Departamento Administrativo de la Función Pública (DAFP) conceptuó que no podía ser nombrada.
El mismo DAFP estableció que Andrés Camilo Hernández no cumplía con los requisitos necesarios, pese a lo cual fue nombrado por Leyva Durán como consejero de relaciones exteriores en México. Igual ocurre con la nueva embajadora de Colombia en Bolivia, Elizabeth García Carrillo, que dice ser abogada pero no ha convalidado su título en Colombia.
Entre los casos de más alto perfil están el embajador de Colombia en España, Eduardo Ávila Navarrete que, según los representantes Sánchez y Olaya, “no se observa su título profesional y, aunque acredita más de 24 años de experiencia, ha sido en el sector privado y no en asuntos diplomáticos y consulares”.
La lista de nombramientos en la Cancillería que son objetados por los representantes continúa con Mauricio Baquero, Juan Manuel Corzo, Armando Benedetti, Temístocles Ortega, Sergio Cabrera, Álvaro Moisés Ninco, León Fredy Muñoz, Camilo Romero y Marisol Rojas Izquierdo.