Desde su campaña, el presidente Gustavo Petro se ha enfocado en un modelo económico basado en la protección del medio ambiente, con el fin de que el país sustituya la dependencia de la economía extractiva por otros sectores como el turismo.
Esta propuesta, que ha generado ruido por lo que significaría para la seguridad energética y los ingresos de la Nación, revivió con las recientes declaraciones de la Ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, durante su intervención en el Foro Económico Mundial en Savos (Suiza), en donde insistió que el país no firmará nuevos contratos de exploración y producción petrolera ni gasífera.
“Decidimos también que no vamos a conceder nuevos contratos de exploración de gas y de petróleo. Eso ha sido, por supuesto, muy polémico a nivel nacional. Pero para nosotros, esa es una señal clara de nuestro compromiso en la lucha contra el cambio climático”, dijo la ministra.
Y ayer, en declaraciones desde Francia, el presidente Petro respaldó a la funcionaria y afirmó que “no es que se suspendan los contratos actuales de explotación ni los de exploración. Esos siguen vigentes (…) Colombia tiene el suficiente tiempo de consumo interno para hacer una transición energética planificada y ordenada”.
Así, fiel a su discurso de campaña, el jefe de Estado ha recalcado en diversas ocasiones que la estrategia de su gobierno es darle mayor relevancia al sector turismo y a la exportación de energías limpias, como motores de la economía nacional.
“Estamos convencidos que una fuerte inversión en turismo, dada la belleza del país, y en la capacidad y potencialidad de Colombia en generación de energías limpias podría perfectamente llenar los vacíos que puede dejar la economía fósil de la que hemos dependido (…) El turismo extranjero que llega al país puede ser, en el corto plazo, un sustituto, no digo total, no voy a exagerar, por lo menos parcial, pero importante”, fueron las palabras de Petro durante el Foro de Davos.
Sin embargo, en ese mismo escenario, el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, se refirió a la transición energética del país, afirmando que “el país sigue necesitando de fondos a través de dividendos, regalías e impuestos, a la vez que somos líderes y lideramos la transición no solo en Colombia sino también en la región”.
El presidente de la petrolera también manifestó que los colombianos van seguir necesitando gasolina, diésel, jet y petroquímicos y gas de buena calidad, mientras se sigue avanzando en la producción de energías renovables no convencionales.
Y es que mientras en el país el Gobierno frenó la firma de nuevos contratos de exploración, incluso el fracking, la petrolera destinó el 28% de su inversión para estas tareas en el exterior.
De esta manera, volvió al debate público qué tan factible es que el turismo reemplace al petróleo; algo que los expertos en la materia ven complejo, más aún en el corto plazo, ya que la diferencia entre los dólares que llegan a Colombia por concepto de turismo y los que llegan por petróleo es amplia.
Hidrocarburos soportan la economía
Según la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), debido a los altos precios del crudo, la Nación recibiría $24,6 billones adicionales a principios de este 2023, por lo que al cierre del año se prevé que el sector aporte en total $58 billones por conceptos de regalías, derechos económicos, impuesto de renta y dividendos de Ecopetrol, entre otros.
Asimismo, Francisco Lloreda, presidente de la ACP, afirmó que en 2023 se esperan inversiones por más de $3,3 billones en el sector, recursos que llegarían por empresas petroleras que esperan continuar con sus proyectos fósiles.
En cuanto a las exportaciones, según los cálculos de la ACP, por cada $100 que se venden al exterior, $40 son por hidrocarburos. “La industria de hidrocarburos es fundamental para la estabilidad económica del país, la financiación nacional y la de los departamentos y municipios. Cerca del 40% de las exportaciones dependen de este sector, el 20% de los ingresos fiscales de la Nación y el 76% de las regalías”, señaló el gremio petrolero.
Ante este panorama, Lloreda dijo que el gremio recibió “con preocupación y sorpresa” el anuncio de la ministra Vélez de no suscribir nuevos contratos de exploración de petróleo y gas en Colombia, ya que esto significaría que más de 270.000 empleos entre directos e indirectos se podrían ver afectados.
¿Hasta cuándo se dependerá del petróleo?
Una de las críticas del ACP es que, después de cinco meses, el gobierno no le ha dicho al país cómo aspira a sustituir, con realismo, el petróleo y el gas, “sabiendo que las reservas probadas alcanzan para aproximadamente 10 años y que los contratos de exploración suscritos no aseguran la autosuficiencia ni la soberanía energética a mediano y largo plazo”.
Lo anterior, además, va en contra vía con lo expuesto por la ministra Vélez, cuando duplicó las reservas de gas natural del país, afirmando que los remanentes del combustible ya no serían para 7,8 años como lo certificó la ANH en mayo de 2022, sino para 20 años.
Pero en ese momento analistas consultados por EL COLOMBIANO dejaron en claro que las únicas reservas seguras y que pueden ser consideradas para extracción son las probadas. Y que solo con el tiempo se establecerá la certeza del potencial del yacimiento en las probables y posibles.
En este sentido, desde la óptica de Julio César Vera, presidente de la fundación Xua Energy, en la actualidad no hay ningún sector que pueda reemplazar los ingresos que le generan al país los hidrocarburos.
De hecho, en el presupuesto del Sistema General de Regalías, aprobado en primer debate por $31,3 billones, de los recursos para el bienio 2023-2024, el 76% proviene de la producción de hidrocarburos ($22,65 billones) y el 24% de la extracción minera ($7,25 billones).
“Este dinero que entra por los hidrocarburos se va para educación, infraestructura, educación, saneamiento básico, etc. Así que mientras no haya un sector que pueda reemplazar los ingresos que generan los hidrocarburos, Colombia va a depender de estos, por lo menos, por unos 15 años más”, enfatizó Vera.
Y añadió que, si bien el Gobierno Nacional debe seguir enviando un mensaje de profundización de la transición energética, no debería “matar la gallina de los huevos de oro”.
Cabe anotar que un informe de Corficolombiana proyecta que este año solo Ecopetrol le aportaría a la Nación un total de $52,5 billones, lo que equivaldría al 3,4% del PIB, corroborando así, según los analistas, que “la empresa y su buena administración son indispensables para el país”.
Turismo sería sustituto, pero a largo plazo
Según las cuentas de la Asociación Colombiana de la Agencia de Viajes y Turismo (Anato), el sector se ha recuperado en un 99% tras la pandemia que paralizó los viajes recreativos y de negocios.
“La entrada de turistas a Colombia ha ido en crecimiento, jalonado en las temporadas vacacionales y la creación de nuevos paquetes de las agencias de viajes hacia lugares con potencial turístico. Se calcula que entre enero y septiembre de 2022 el gasto promedio del visitante no residente fue de US$1.642, lo que significa un crecimiento del 10% si se compara con el mismo periodo de 2019 .”, indicó el gremio.
Sin embargo, pese a esta recuperación, el exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, apuntó que mientras la producción de hidrocarburos pesa alrededor del 5% del PIB de Colombia, el turismo representa solo el 1,5%.
Y es que mientras los viajes y transporte aéreo le generó a Colombia US$5.263 millones con corte a septiembre de 2022, por las exportaciones de petróleo y sus derivados ingresaron, con corte a ese mismo mes del año pasado, US$15.081 millones, es decir, hay una brecha de más de US$9.800 millones.
“Se proyecta que las exportaciones de petróleo van a terminar el 2022 por el orden de los US$20.000 millones. En ese escenario, habría entonces que cuadruplicar la actividad turística. Reemplazar ingresos que ascienden, según lo previsto para este año, a casi $60 billones, más el efecto cambiario y la inversión extranjera, no será fácil”, expresó Vera.
De este modo, para Jorge Restrepo, docente de economía de la Universidad Javeriana, el error conceptual que hay detrás de la idea de sustituir el petróleo por el turismo es que “para conseguir divisas no se sustituyen las exportaciones, sino las importaciones”.
Por esto, explicó que la transición energética no se debe hacer desde una idea de cambiar la fuente de divisas, sino de diversificar.
“Primero se deben tener en cuenta algunas variables como cuántos impuestos debe producir el turismo, cuántas divisas y cuánto valor agregado, ya que este último es lo que paga los ingresos de los trabajadores de las industrias. Y estamos hablando de que, por ejemplo, en solo valor agregado la actividad petrolera produce, más o menos, unos $50 billones. Otro punto clave es la cantidad de impuestos que le dejan esas actividades a la Nación, un factor que aumentó con la Reforma Tributaria”, expresó Restrepo.
Precisamente, ayer José Roberto Acosta, director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, afirmó a través de sus redes sociales que la transición energética llevará alrededor de 20 años y que Ecopetrol aporta ingresos de alrededor del 10% del Presupuesto nacional, por lo que, finalmente, “Colombia sigue necesitando dividendos, regalías e impuestos del petróleo”.
Frente a toda esa polémica, la presidenta de Anato manifestó que el propósito de reemplazar el petróleo por el turismo podría ser una realidad pero no en el corto plazo.
“Llegar a tener más de 15 millones de turistas no solo sería una labor de este gobierno sino también de los próximos que vengan, los cuales tendrían que trabajar en línea para este propósito. En este momento, al cierre del noviembre de 2022, vamos en cuatro millones de visitantes extranjeros al país”, añadió la dirigente gremial.
Se requieren inversiones para atraer turistas
De acuerdo Cortés, si se quiere, a largo plazo, que el turismo llegue a ser el primer renglón de la economía del país, se requiere hacer una importante inversión en infraestructura aeroportuaria y vial, más capacitación de los empresarios y las comunidades, ampliación de la conectividad aérea del país, entre otros.
“Y algo que también debe contemplarse es la implementación de un Ministerio de Turismo, que esté por encima de entidades adscritas al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, y genere los lineamientos de ejecución para estas. La transversalidad de la industria turística, y al mismo tiempo su relevancia en la economía, lo requiere. De esta manera, a largo plazo, creo que sería posible”, apuntó Cortés.
Para 2023 podría esperarse la llegada de entre 4,9 y 5,1 millones de visitantes no residentes, lo que supondría un crecimiento de entre el 6% y 10% sobre el cierre de 2022 estimado en unos 4,6 millones de turistas.
Finalmente, el llamado del gremio de los hidrocarburos al gobierno del presidente Petro es que “diversificar la canasta exportadora debe ser un objetivo, pero no a costa de marchitar la industria. Y, el desarrollo de otros sectores, como el turismo, tiene un enorme potencial, pero tomará tiempo”.