El hermetismo y el secretismo frente a temas de interés nacional son un común denominador en el Ministerio de Salud. O al menos así lo dicen entre líneas once actores del sector –entre ellos asociaciones, gremios y empresarios– que le pidieron al Gobierno que les permita conocer el texto de la reforma, antes de que sea radicada en el Congreso.
De hecho, la negativa del ministerio en dar a conocer ese articulado –que está en manos del presidente Gustavo Petro desde el 5 de enero– también despertó la tímida, pero sustancial crítica de uno de los hombres con más experiencia del gabinete: el ministro de Educación, Alejandro Gaviria Uribe, quien ocupó la cartera de Salud en el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos.
“El verdadero cambio ocurre cuando hay acuerdos, cuando las sociedades se ponen de acuerdo. Las reformas necesitan diálogo, discución, debate, escrutinio. Solo así se construye legitimidad y se evitan grandes errores”, escrbió Gaviria en un trino.
Entre tanto, la ministra Carolina Corcho se zafó del “fuego amigo” con un mensaje conciliador: “La vida tiene que estar por encima de cualquier pugnacidad o diferencias políticas, Gobierno u oposición, y tenemos que poner por encima ese valor de los colombianos”.
Así, pues, Gaviria fue en línea con lo dicho por los actores y gremios de la salud en su comunicación, que señala la necesidad de que haya concertación para el debate de la reforma a la salud. Por eso, instaron al Gobierno a que permita “una conversación que asegure que cualquier reforma al sistema sea viable y sostenible en el tiempo y se traduzca en mejoras reales para los pacientes y la salud de los colombianos”.
Al respecto, la presidenta ejecutiva de Gestarsalud –agremiación de las EPS del régimen contributivo–, Carmen Eugenia Dávila, dijo que “este proyecto no ha sido socializado ni puesto a consideración de la opinión pública ni de los pacientes o aseguradoras, que tenemos a cargo la responsabilidad de la gestión de la salud de los colombianos. Por eso, le pedimos a la ministra que lo dé a conocer”.
Si en algo coinciden la mayoría de técnicos y expertos en sistemas de salud es que, en primer lugar, la reforma hasta ahora se ha dado a conocer en declaraciones públicas de Corcho, del presidente Petro y de voceros del comité que participó en la estructuración del proyecto. Y, en segundo lugar, que mientras no se conozca el texto completo, no se podrá dar un debate de fondo y con las cartas puestas sobre la mesa.
De hecho, en medio de esas declaraciones, la doctora Ana María Soleibe, del comité de impulso la reforma, explicó que los puntos más destacados del texto son: las EPS dejarían de administrar recursos públicos, la creación de un sistema nacional único, transitar a un modelo de salud preventivo y predictivo, mejorar las condiciones de los profesionales de la salud y hacer cambios en el Invima y la Superintendencia de Salud.
¿Por qué importante conocerla?
En diálogo con EL COLOMBIANO, el investigador de Sistemas de Salud de la Universidad Johns Hopkins, Andrés Vecino, aseguró que el texto debería darse a conocer a toda la ciudadanía, pero que –en lugar de eso– el Ministerio ha dado “pasos en falso, como diciendo que iban a acabar las EPS y luego que iban a transformarlas. Eso indica que no parece haber un proceso bien pensado de cómo presentarla y solamente ha sido en declaraciones a la prensa o por filtraciones”.
Por su parte, el profesor de Economía y experto en salud de la Universidad del Rosario, Paúl Rodríguez, expresó que la importancia de que los gremios de las EPS conozcan el proyecto es que “al final del día las personas que trabajan con estas entidades son las que alimentarán al nuevo sistema y no solo hablando de los médicos, sino de los administradores en salud, que pareciera que no existiera en el discurso del Gobierno”.
Así mismo, el vocero del movimiento Pacientes Colombia, Denis Silva, advierte que “hay un pánico colectivo por no saber qué va a presentar el Ministerio y porque la participación no ha sido suficiente. Tanto así que nadie sabe quiénes fueron las personas que eligieron para hacer el documento de reforma a la salud”.
Todos coinciden en que la negativa del Ministerio en darla a conocer se debe a una “visión de evitar que la oposición al cambio de sistema tenga buenos argumentos al momento del debate” y en que “el Gobierno se ha enfocado en buscar soluciones antes de identificar los problemas y ahora tratan de justificar políticamente la solución que prometieron en campaña”, como lo afirmaron Paúl Rodríguez y Andrés Vecino.
Quedan dos semanas para la fecha en la que el Gobierno dijo que llevaría el proyecto al Congreso. ¿Dará su brazo a torcer para compartirlo o seguirá de oídos sordos? Bien les haría el consejo de Denis Silva: “Carolina Corcho no es la ministra de Salud de la izquiera, es de los colombianos”.