Por: Eduardo Padilla Hernández, abogado profesor de derecho ambiental
Evocando a la poeta mejicana Juana Inés de Asbaje, canto esta oda al estilo de su gloriosa inspiración:
Hostil necio que asombras
hasta al que murió en la cruz,
lo que tú hiciste en las sombras,
Alcocer lo hace en la luz.
El caso de la primera dama, Verónica Alcocer, nombrada como embajadora para misión especial no es nuevo y ya lo habían hecho en los gobiernos de Duque, Santos y Uribe.
Por ejemplo, la exprimera dama, María Juliana Ruiz, esposa del expresidente Iván Duque viajó en 12 oportunidades en la misma calidad de embajadora de misión especial a diversos destinos.
Pero los medios arrodillados ante regímenes anteriores estaban mudos al respecto, pues nunca dijeron cuántos millones se gastaron en turismo estatal, porque su gestión nunca la vimos por ningún lado.
María Clemencia Rodríguez de Santos no fue la excepción y viajó 10 veces al exterior, también como embajadora de comisión especial por decreto presidencial.
Por otra parte, Lina Moreno de Uribe también tuvo la dignidad de embajadora y lo hizo para cinco viajes en la presidencia de su esposo, Álvaro Uribe. Viajó a Ciudad de México en dos ocasiones, Berlín, Asunción y a La Habana.
¿Acaso mostraron algún fruto de esos viajes turísticos diplomáticos?
Sobre estas decisiones, la Presidencia acude a un concepto que la Función Pública emitió en el año 2017 en el que señala que:
“De acuerdo con la norma, mediante comisión de servicios es posible ejercer las funciones propias del empleo en un lugar diferente al de la sede del cargo, cumplir misiones especiales, asistir a reuniones, conferencias o seminarios, realizar visitas de observación que interesen a la administración y que se relacionen con el ramo en que presta sus servicios”.
La lista de viajes de las exprimeras damas es larga y las misiones diplomáticas son muchas:
María Clemencia de Santos (2010-2018) viajó en 10 ocasiones a los siguientes destinos:
• Washington, EE. UU. (2011).
• Puebla, México (2011).
• Miami, EE. UU. (2011).
• Brasilia, Brasil (2012).
• Nueva York, EE. UU. (2012).
• Londres, Reino Unido (2012).
• Ciudad de Guatemala, Guatemala (2013).
• Pekín, China (2015).
• París, Francia (2017).
• Madrid, España (2018).
Por su parte, María Juliana Ruiz (2018-2022) viajo en 13 ocasiones y estuvo en las siguientes ciudades:
• Roma, Italia (2018).
• Nueva York, EE. UU. (2019).
• Nueva York, EE. UU. (2019).
• Nueva York, EE. UU. (2019).
• Nueva York, EE. UU. (2019).
• Nueva York, EE. UU. (2019).
• Roma, Italia (2019).
• Roma, Italia (2019).
• Pucallpa, Perú (2019).
• Roma, Italia (2019).
• Washington, EE. UU. (2021).
• Washington, EE. UU. (2022).
• Destino sin especificar (2022).
Como vemos, no es la primera vez que se comisiona a una primera dama como embajadora en misión especial.
En el anterior gobierno se firmaron 14 decretos similares en los que se le designaban tareas especiales a la entonces primera dama María Juliana Ruiz Sandoval.
Estas exprimeras damas gozaron de turismo diplomático del cual no vimos ningún producto, esto significa que quizás hubo un supuesto detrimento al erario público. Si la cosa es así, amerita una investigación, y si resulta que alguien es culpable debe devolver el dinero de esos viáticos.
Con claridad meridiana uno se da cuenta que por los viajes de estas primeras damas no hubo ningún escándalo por parte de la actual oposición.
La polvareda cósmica se ha levantado únicamente por Verónica Alcocer, quien tuvo la dignidad de representar a Colombia en la ceremonia fúnebre de Isabel II.
Alcocer también aprovechó su paso por el viejo continente para pasar por Noruega, donde visitó la sede de Caritas y estuvo presente en la imposición de la Orden Cruz de Boyacá al exembajador de ese país en Colombia, John Petter Opdahl, por su contribución a causas como la paz, la lucha contra la deforestación y la igualdad.
Un altoparlante de la oposición propagó el rumor de que Verónica se había gastado una fortuna al hospedarse en uno de los hoteles más exclusivos de la capital inglesa, pero eso es falso porque la primera dama se alojó en las instalaciones de la embajada.
Fue enviada también a las honras fúnebres del ex primer ministro japonés Shintzo Abe, y aprovechó para reunirse con la primera Dama de Japón, Yuko Kishida, con quien dialogó sobre las dificultades de las mujeres, las desigualdades, la violencia, así como la importancia de crear alianzas y fortalecer las redes de mujeres en todo el mundo.
En tal ocasión intercambiaron puntos de vista sobre la cultura de ambos países, la igualdad de género y, además, hablaron sobre su interés de cooperar para tener un mejor desarrollo de las relaciones entre las dos naciones.
Al menos conocemos el propósito de la misión de Verónica Alcocer, que consiste no sólo en eventos protocolarios, sino que ella está sembrando semillas diplomáticas que, a su tiempo, tengo la certeza, de que darán excelentes frutos en beneficio de nuestro país.
Por otro lado, según el portal Antioquia Critica, Gisela Palacios Mosquera: primera dama del Chocó, trabaja con escasos recursos en ese departamento donde se vive uno de los momentos más difíciles en materia de orden público y asistencial, a causa de la presencia de grupos armados ilegales, narcotráfico, abandono estatal y la extrema pobreza que por décadas los han marcado como una de las regiones más pobres de Colombia.
Ella, una joven abogada con varias especializaciones a su haber, entendió que el proceso de reconstrucción del tejido social no solo consiste en llevar a las comunidades más vulnerables ayudas humanitarias que una vez entregadas terminaba el ciclo de asistencia a los más necesitados.
Antes del inicio de las pasadas elecciones Gisela Palacios se comprometió a realizar un trabajo serio y de frente a las comunidades; les aseguró que ella no estaba de adorno y que, de llegar al gobierno, el departamento sentiría una mano amiga desde su despacho.
La Oficina de la Gestora Social entregó más de tres toneladas de juguetes para niños pobres del departamento. También estuvo con la comunidad de agua blanca que salió desplazada hace algún tiempo hacia Tribugá, por el asesinato de un líder del lugar. Ahí entregó ayudas y, en conjunto con la Armada Nacional, logró mitigar en parte las necesidades de los chocoanos, más de 250 personas atendidas de las cuales 88 eran menores de edad. De igual forma, Gisela Palacios gestiona la atención para las personas que han resultado afectadas por la violencia en Novita y otros puntos. Es considerada por las comunidades como el Ángel Guardián de los más necesitados en esa parte del país.