El empresario Felipe Castilla Canales anunció que apelará la decisión de un juez que lo condenó en primera instancia a pagar 5 años de prisión por el direccionamiento ilegal del contrato para la construcción de la Refinería de Cartagena (Reficar).
En un breve comunicado dado a conocer a través de su abogado Mauricio Pava, el empresario denunció supuestas irregularidades por parte del juez durante el desarrollo del juicio en su contra.
“El juicio se adelantó (…) sin dirección ni presencia de un juez (…) el juez titular, para ese momento, se ausentó de las audiencias, adelantó otras audiencias de manera simultánea a este juicio y no tuvo la oportunidad de evaluar la totalidad de las evidencias de la defensa”, se lee en uno de los apartes del comunicado.
Castilla reiteró que es inocente y añadió que, “las razones que fundamentan la sentencia condenatoria no reflejan lo sucedido en juicio, donde quedó más que demostrada mi inocencia como incluso lo manifestó el señor procurador al solicitar la absolución”.
Cabe mencionar, que junto con Felipe Castilla también fue condenado Orlando Cabrales, tras ser acusado de haber entregado el contrato para la ampliación, modernización, mantenimiento y puesta en marcha de la refinería, sin tener en cuenta las normas vigentes para la contratación pública.
“No existió un concurso público, una selección objetiva de proponentes, ni un proceso de evaluación o selección que garantizaran la designación de una compañía que tuviera un alto perfil o experiencia para la construcción del proyecto que requería un fuerte musculo financiero y una gran capacidad técnica para desarrollar la obra durante los tiempos establecidos”, dijo la Fiscalía a través de un comunicado sobre la condena.
Felipe Canales Castillo fue presidente de Reficar entre el 29 de abril y el primero de octubre de 2009, mientras que Cabrales Martínez estuvo a cargo de esta empresa entre el dos de octubre de 2009 y el 21 de noviembre de 2012.
Felipe Castilla deberá cumplir la condena en centro carcelario, mientras que Cabrales lo hará en su residencia por tener 82 años de edad y sufrir de graves quebrantos de salud.