COACHING ORGANIZACIONAL: “LA PRÁCTICA DEL PRESENTE Y FUTURO EMPRESARIAL”

Por: Adriana Ortega Núñez – Administradora de Negocios, Máster en dirección de empresa y, Desarrollo local.

¿Alguna vez se han preguntado qué pasaría en las empresas si todos sus colaboradores tuvieran un equilibrio entre la vida laboral, familiar y social? O ¿qué pasaría en la vida de cada trabajador si estuviera completamente satisfecho con el trabajo y la empresa en la que se encuentra?

Con el pasar de los años, la labor empresarial ha ido evolucionando en la búsqueda del interés de aquellos que son parte fundamental de su funcionamiento, tanto, que se ha ido reemplazando la expresión Recurso Humano, por Talento Humano, intentando   re-categorizar el nivel de importancia del activo más trascendental de una compañía, sus colabores.

De esta manera, ha surgido la implementación de una práctica eficiente conocida como Coaching Organizacional, que permite el cumplimiento de objetivos comunes dentro de una organización, haciendo que las cosas suceden desde el ser, respaldado por un compromiso genuino que tiene un punto de partida en la satisfacción de aquel que es capaz de realizar las acciones correspondientes, con un amplio sentido de pertenencia y con la mirada puesta en el éxito.

El reconocimiento e interiorización de  la cultura organizacional, arroja resultados positivo en el desempeño, no solo laboral, sino también familiar y social. Y ofrece la oportunidad de romper con el paradigma que señala a  las empresas y los colaboradores como enemigos, o que “el jefe siempre quiere castigar”, o  “el trabajador quiere ganar salario sin trabajar”. Todas estas conjeturas se han viralizado por la forma en que el sistema quiere mostrar la falta de armonización entre el ser y el hacer dentro de las empresas.

La labor de los lideres es fundamental, dicha labor puede verse reflejada en el éxito de un trabajo colaborativo, que permita la interrelación de las distintas dependencias, afianzado las buenas practicas, trayendo consigo una serie de beneficios, dentro de ellos el cumplimiento de objetivos, aumento de la productividad, eficiencia en los procesos, aumento de la competitividad etc.

Entonces, si bien, no existe una única fórmula para alcanzar el éxito en las empresas, hay formas de caminar juntos hacia él, partiendo desde el enfoque en las personas, pues una persona satisfecha siempre está dispuesta a dar el kilómetro de más, cuando siente a la empresa como su oportunidad de crecimiento personal.

Es preciso recordar que cada trabajador detrás de sí, tiene sentimientos, emociones, familia, amigos y sueños, que de ser gestionados de manera correcta, sería una explosión de satisfacción interna, que se exterioriza en el rendimiento y en las buenas relaciones interpersonales.

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