Através de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), el denominado ‘rey’ del contrabando, Alaín Roberto Suaza López, habría recibido un predio en el Parque Nacional Natural Islas del Rosario.
De acuerdo con una denuncia publicada este fin de semana por Noticias Uno, se trata de la isla Majayura, que habría sido otorgada pese a no contar con un plan de manejo ambiental y de desechos, que evite impactos negativos sobre el valioso ecosistema del parque natural.
En su investigación, el medio de comunicación da cuenta de que esta isla hace parte de los 18 contratos de arrendamiento de terrenos baldíos de la nación (que por su condición son inembargables, inalienables e imprescindibles), entregados a través Campo Elías Vega Rocha, subdirector de Administración de Tierras de la Nación de la ANT, durante los últimos cuatro años, bajo un régimen especial estipulado en el acuerdo 106 del 2019 de la ANT.
Citado por el noticiero, Diego Trujillo, exprocurador para el Medio Ambiente, señaló que islas como Majayura, de inmenso valor ecológico -dado que son las zonas de amortiguación el parque natural submarino-, están convertidas en islas privadas.
Baldíos como estos, según el medio, estarían siendo entregados por la dependencia que dirige Campo Elías Vega, hermano del registrador Alexander Vega, sin ceñirse a los principios básicos de la contratación pública (que incluyen la publicidad, los estudios previos y la selección objetiva) y a precios irrisorios.
Cita el caso del predio isla San Juan de Pajarales, de 2.293 metros cuadrados, arrendada por un canon mensual de 1’694.460 pesos. Se conoció, de hecho, que en algunos casos estos acaban subarrendados por valores muy superiores.
Parques Nacionales de Colombia describe al Parque Nacional Natural Los Corales del Rosario y de San Bernardo como un valioso conjunto submarino de ecosistemas de la más alta productividad y biodiversidad, que forman la plataforma coralina más extensa del Caribe continental colombiano (unos 420 km cuadrados).
Allí se encuentran las formaciones arrecifales continentales más importantes del país, muestras singulares de bosques costeros de manglar, extensos pastos marinos que bordean las islas, diversidad de invertebrados y multitud de peces arrecifales multicolores.
La identidad e importancia de esta área protegida a nivel local, regional, nacional y mundial se basa en sus funciones ecosistémicas, procesos ecológicos esenciales, teniendo en cuenta que su complejo estructural amortigua perturbaciones naturales, funciona como barrera coralina que mitiga el impacto de la erosión costera, es el hábitat de peces e invertebrados de valor comercial, y tiene hermosos y atractivos paisajes que propician el ecoturismo, lo que permite el desarrollo socio-cultural de las comunidades asentadas en el área de influencia. También posibilita la educación y sensibilización ambiental y provee la oportunidad para investigaciones en el campo de las ciencias del mar.
Vía El Tiempo