Univisión informó que la captura del señalado testaferro de Maduro se frustró en 2018 por un “policía corrupto” que dio información a su defensa.
Petición de extradición de Estados Unidos
Saab fue arrestado el 12 de junio en el Aeropuerto Internacional Amilcar Cabral de Sal (el más importante de Cabo Verde), donde su avión hacía escala, en respuesta a una petición de Estados Unidos cursada a través de Interpol por delitos de blanqueo de dinero.
El supuesto testaferro fue después llevado a San Vicente, donde el Tribunal de Apelaciones confirmó la prisión preventiva decretada inicialmente por una corte de Sal.
El retorno de Saab a Sal llamó la atención en Cabo Verde, donde varios observadores descartaron que el motivo sea la seguridad, ya que la cárcel de Ribeirinha se considera la más segura del país.
La presencia del empresario en Sal, sede del principal aeropuerto del archipiélago, podría constituir un primer paso hacia su rápida extradición a Estados Unidos, de acuerdo con estos observadores.
Sin embargo, no hay pruebas, por ahora, de una decisión favorable a una posible extradición, pues la Procuraduría General de la República (PGR) de Cabo Verde recibió este lunes la solicitud de extradición del Departamento de Justicia de EEUU, y tiene un plazo de 65 días, a partir del 12 de junio, para responder a esa petición.
En estos casos, de cualquier modo, no es el Gobierno el que toma la decisión final, sino el Poder Judicial.
Por otro lado, informaciones publicadas en los últimos días por medios internacionales sobre un supuesto movimiento de aviones de EEUU y sus aliados en aeropuertos de Cabo Verde, fueron desmentidas hoy a Efe por una fuente próxima al Gobierno caboverdiano.
«Hemos tenido un movimiento normal en el aeropuerto de Sal, incluyendo escalas de aviones extranjeros, es decir, un avión militar británico (…), que permaneció en esa isla unos días pero no tuvo nada que ver con el caso de Álex Saab», explicó.
La misma fuente también tildó de «teorías sin sentido» otras informaciones de que Cabo Verde estaría a punto de sufrir un ataque de mercenarios contratados por el Gobierno de Venezuela para liberar a Saab y que esta amenaza habría motivado la presencia de tales aviones y tropas de Estados Unidos y sus aliados en el país.