El uso de las aguas subterráneas, que suponen el 99 % del agua dulce en estado líquido del planeta, puede ayudar a promover el desarrollo social y económico en el mundo, según un informe publicado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
«Las aguas subterráneas (…) ofrecen muchas oportunidades para que las sociedades se beneficien social, económica y ambientalmente, incluso mediante su contribución a la adaptación al cambio climático y a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)», indicó el Informe Anual de la ONU sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2022, publicado este lunes en Dakar.
«Sin embargo, a pesar de su enorme importancia, este recurso natural no se suele comprender lo suficiente y, por consiguiente, se subestima, se gestiona mal e incluso se sobreexplota», agregó el documento, al señalar el gran potencial de las aguas subterráneas ante la creciente escasez de agua en muchas partes del mundo.
Titulado «Aguas subterráneas. Hacer visible el recurso invisible», el estudio -presentado en el día de apertura del Foro Mundial del Agua, que se celebra entre el 21 y 26 de marzo en Dakar-, pretende arrojar luz sobre este recurso, «llamando la atención sobre sus funciones, retos y oportunidades en el marco del desarrollo, gestión y gobernanza de los recursos hídricos».
Según la ONU, las aguas subterráneas constituyen ya la mitad del volumen de agua extraída para uso doméstico por la población mundial y alrededor del 25 % de toda el agua extraída para el riego, con la que se riega el 38 % de todas las tierras de regadío del mundo.
No obstante, su extracción y uso varía mucho de una región a otra y de un país a otro.
Así, la región de Asia-Pacífico es la que más agua subterránea extrae en el mundo, ya que en ella se hayan siete de los diez países que más sacan a escala mundial (Bangladesh, China, India, Indonesia, Irán, Pakistán y Turquía), que suman el 60 % del total extraído.
En el caso de África Subsahariana, sólo se riega el 3 % del total de las tierras de cultivo y únicamente el 5 % de dicho porcentaje se riega con aguas subterráneas, a pesar de poseer grandes reservas de este recurso.
EVITAR CONTAMINACIÓN
El informe remarca la necesidad de proteger las aguas subterráneas por los gobiernos, para que su gestión sea la adecuada y evitar su contaminación, pues en el caso de las zonas de acuíferos la polución tiende a ser un proceso prácticamente irreversible.
«Es fundamental aprovechar de forma más inteligente el potencial de los recursos hídricos subterráneos, que todavía están infraexplotados», declaró hoy en un comunicado la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay.
«Hay que protegerlos de la contaminación y la sobreexplotación para satisfacer las necesidades básicas de una población mundial en constante crecimiento y para hacer frente a las crisis climática y energética mundiales», agregó Azoulay.
Por otro lado, mientras el cambio climático influye directamente en la recarga natural de las aguas subterráneas, éstas, a su vez, permiten una adaptación a ese fenómeno por su capacidad de almacenar excedentes de agua superficial estacionales.
Y pueden aprovecharse para aumentar la disponibilidad de agua dulce durante todo el año, debido a que los acuíferos experimentan pérdidas por evaporación mucho menores que los depósitos superficiales.
«Los responsables políticos deben tener plenamente en cuenta las formas vitales en que las aguas subterráneas pueden ayudar a garantizar la resistencia de la vida y las actividades humanas en un futuro en el que el clima es cada vez más impredecible», declaró el presidente de ONU-Agua y del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Gilbert F. Houngbo.