Implacable arremetida contra el Gobierno y duras críticas al precandidato presidencial Sergio Fajardo lanzó el expresidente César Gaviria, jefe único del Partido Liberal.
“Decir que el gobierno actual es malo es insuficiente”, afirmó el exmandatario. Y agregó: “Es dramático ver el estado de pesimismo, desesperanza y zozobra que está reinando en el país”.
¿No se podría decir que la pandemia originó tantas dificultades?
Nuestras críticas van mucho más allá de las consecuencias de la pandemia. La decisión de entregar la mayoría de los recursos del Estado a empresas y empresarios con la justificación de que ellos son los que generan empleo perdió toda razón de ser y es probable que nunca se justificara. En la reforma tributaria del 2019, el principal beneficio se lo dieron a las industrias farmacéuticas y el esposo de la entonces canciller, conocido industrial de ese sector, estuvo todo el tiempo impulsándola. Es bien difícil decir que eso era lo que necesitaba el país con tanta necesidad de apoyo a pequeñas y medianas industrias y a ciudadanos vulnerables que necesitaban recursos para su supervivencia.
¿Su posición contra el actual gobierno no podría interpretarse como una reacción a la no participación en él?
Cuando uno ve los niveles de pobreza, de indigencia y la asignación de los recursos del Estado a empresas y empresarios que no tenían una necesidad imperiosa, no cabe esa interpretación. Nosotros colaboramos decididamente en las reformas tributarias de 2019 y de 2020 también. No nos ofrecieron nada y yo no solicité participación. El Gobierno decidió, en su momento, que no iba a presentar proyectos de ley porque no eran necesarios. Esto condujo a que no hubo ninguna reforma importante en todo el cuatrienio. Los recursos del Estado se fueron a beneficiar a los adinerados.
Y frente al posible nuevo gobierno, usted mismo como jefe único del Partido Liberal no ha definido la posición que debe tener su colectividad…
No hemos decidido sobre nuestro candidato. Esperamos que el proceso genere nombres que podamos examinar para tan graves problemas y enfrentar tantos desafíos y tantas dificultades. En todo caso habrá que reducir al mínimo las exenciones y demás gabelas para empezar a afrontar los graves problemas de hoy.
Dos temas sobre su repuesta. Primero, ¿cómo sobrevive su partido sin gobierno?
El Partido Liberal tiene millones de ciudadanos, lo que nos permite actuar con independencia. Y aun así, sin gobierno, seremos la primera votación.
Y el segundo tema: existiendo tantos problemas que debe estudiar y decidir el próximo gobierno, ¿por qué se concentra en la reducción de exenciones?
Porque no podemos presentar más reformas tributarias con el sesgo de que es para crear empleos. Muchos billones de pesos se han asignado de esa manera.
Pero todos los sectores económicos del país dan por descontado que el próximo gobierno tendrá que, prácticamente, comenzar con una reforma tributaria…
Debe comenzar primero con eliminar exenciones.
Expertos afirman que son muchos los males que urgen una reforma tributaria. ¿Sí tendrá credibilidad la conclusión de que los males de Colombia se deben a César Gaviria y no a otros que nos han gobernado?
Eso tiene más de mezquindad que de esperanza. Algunos me llaman mueble viejo, pero no he dejado tirada ninguna de mis iniciativas en el camino.
¿Usted aspira a continuar en la jefatura del liberalismo?
No tengo por qué tomar decisiones anticipadas para darles gusto a nuestros contradictores.
La opinión pública conoce bien las diferencias políticas que han existido entre usted y el candidato Sergio Fajardo. ¿Ese distanciamiento subsiste?
Yo he tenido dificultades con el señor Fajardo. Hace cuatro años nos mandó a decir con Humberto de la Calle que él ni quería ni necesitaba el apoyo liberal. Y eso fue lo que hicimos. A comienzos del año le reiteró a Daniel Samper Ospina que su posición seguiría siendo la misma. Los liberales le han tomado antipatía y todavía estamos esperando que presente una propuesta sobre lo que él haría si gana.
¿Cree que no las ha presentado?
A él su moderación no le permite hablar con profundidad de ningún tema. Ni siquiera para apoyar en el Congreso la principal propuesta del partido Verde en el plebiscito, que buscaba eliminar unas normas que permitían que por la vía de alcaldes amigos y con la complicidad del Ministerio del Interior y el de Hacienda se pudieran robar las regalías de las regiones que hoy son cifras cuantiosas. Todos los partidos dieron ese paso.
¿Y por qué cree que Fajardo no lo hizo?
Él guardó silencio porque estaba de vacaciones en Anapoima. Es como lo que hizo hace cuatro años para la segunda vuelta: se fue al Pacífico a ver ballenas. Él ha dicho que yo estoy desgastado como jefe del Partido Liberal. Ahora ha dicho que es que a mí los liberales ya no me apoyan o no me quieren. Eso lo veremos en elecciones. Pero, además, ese es un simple tema de mecánica política que no creo interese a todos los ciudadanos. Que yo le caiga tan mal al señor Fajardo me tiene sin cuidado.