Tonga estaba prácticamente aislada del resto del mundo este lunes tras la erupción de un volcán submarino que paralizó las comunicaciones de este país insular del Pacífico.
Los expertos advirtieron que la conexión a internet podría estar cortada varias semanas para las cerca de 100.000 personas que viven en el país.
La erupción hace dos días del volcán Hunga Tonga-Hunga Haa’pai cubrió Tonga de cenizas, provocando un tsunami en todo el Pacífico, que dejó dos muertes en Perú por el oleaje.
Los países vecinos y las agencias internacionales siguen evaluando la magnitud de los daños. La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, dijo el domingo son son «significativos».
Nueva Zelanda y Australia enviaron el lunes aviones de reconocimiento para evaluar los daños y pusieron a disposición aviones de transporte militar C-130 para lanzar suministros o aterrizar si las pistas se consideran operativas.
Se sabe que la explosión volcánica del sábado dañó gravemente la capital, Nuku’alofa, cubierta de ceniza, y cortó un cable de comunicaciones submarino, cuyo restablecimiento podría llevar dos semanas.
La erupción se sintió en lugares tan lejanos como Alaska, provocando un oleaje que alcanzó las costas del Pacífico, desde Japón hasta Estados Unidos.
«Sabemos que el agua es una necesidad inmediata», dijo Ardern a la prensa, y explicó que Nueva Zelanda depende de los teléfonos por satélite para comunicarse con el país.
Los vuelos de reconocimiento ayudarán a informar al gobierno de Tonga de la magnitud de los daños causados por el volcán y el tsunami y a identificar las necesidades de ayuda, añadió Ardern.
La primera ministra, que habló con la embajada de Nueva Zelanda en Tonga, describió barcos y «grandes rocas» llegando a la costa al norte de Nuku’alofa.
El ministro de Defensa de Nueva Zelanda explicó por su parte que el país insular había logrado restablecer la electricidad en «grandes partes» de la ciudad.
«No sabemos nada»
Con las comunicaciones paralizadas, los tonganos fuera del país intentan desesperadamente hablar con sus seres queridos.
«No puedo contactar con mi familia, no hay comunicación», dijo a la AFP Filipo Motulalo, un periodista de Pacific Media Network. «Nuestra casa está entre las cercanas a la zona que ya se inundó, así que no sabemos cuántos daños hay», aseguró.
Motulalo dijo que muchos tonganos en el extranjero estaban preocupados. «Creo que lo peor es el apagón y el hecho de que no sabemos nada», dijo.
Muchos están preocupados por los ancianos que se enfrentan al aire lleno de polvo volcánico.
El director de redes de Southern Cross Cable Network, Dean Veverka, dijo a la AFP que internet podría estar cortado durante dos semanas.
«Estamos recibiendo información imprecisa, pero parece que el cable quedó cortado», dijo. «La reparación podría llevar hasta dos semanas».
Southern Cross está ayudando a Tonga Cable Limited, propietaria del cable de 872 kilómetros que une el país insular con Fiyi, y desde allí con el resto del mundo.
En un principio se creyó que la avería se debía a un corte de energía tras la erupción. Pero las pruebas posteriores, una vez restablecido el suministro eléctrico, indicaron que se trataba de una rotura en el cable.
Tonga ya estuvo aislada durante dos semanas en 2019, cuando el ancla de un barco cortó el cable. Entonces se estableció un pequeño servicio de satélites operado localmente para permitir un mínimo contacto con el mundo exterior.