El 7 de enero a las 7:00 de la noche se llevó a cabo la eutanasia del caleño Víctor Escobar, de 60 años lo que lo convirtió en el primer paciente latinoamericano no terminal en recibir dicho procedimiento.
Sus últimos momentos los pasó al lado de su familia quien siempre le apoyó su decisión de morir dignamente, así como su anhelo de donar los órganos vitales para salvar la vida de pacientes que estuvieran a la espera de una mejor calidad de vida.
“Víctor siempre fue una persona muy amable, nunca se retractó de su decisión, siempre pensaba en los demás y tenía un apunte jocoso y una sonrisa en su cara”, dijo Viviana, una vecina de la familia Escobar.
Por su parte, el abogado defensor Luis Giraldo, quien estuvo hasta el último momento con su paciente y la familia, dijo que el cuerpo de don Víctor será llevado a la funeraria para prepararlo según los protocolos de bioseguridad. También indicó que será velado en su casa, en el oriente de Cali.
“Minutos antes del procedimiento de eutanasia, él fue aplaudido por todo el personal médico y asistencial en la IPS donde se llevó a cabo el procedimiento, todos catalogaron a este caleño como todo un guerrero”, aseguró el abogado.
Según Giraldo, antes de someterse a la última intervención médica de su vida, el caleño comió papas con jugo y probó la comida del hospital, además de los gustos gastronómicos que pudo probar el jueves, un día antes de su eutanasia como cazuela de mariscos y pizza, platos que tenía prohibidos consumir debido a su condición médica. Escobar también había suspendido sus medicinas un día antes de la intervención.
El cuerpo de Víctor será cremado para luego depositar sus cenizas en el cementerio el domingo 9 de enero.