La provincia de Zhejiang, un motor económico en China, registró el martes un brote de covid-19 que obligó a las autoridades a confinar a medio millón de personas y cerrar negocios en varios distritos.
Zhejiang, un polo industrial y exportador en la costa este, reportó 44 de los 51 casos de covid-19 por contagio directo detectados el martes, lo que elevó a casi 200 las infecciones desde la semana pasada.
Aunque el número de contagios en China es minúsculo comparado con otras grandes economías, las autoridades de Zhejiang realizaron pruebas masivas y cierres focalizados para enfrentar el brote, en momentos que Pekín se prepara para recibir los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero.
Más de 540.000 personas fueron confinadas en Zhejiang, dijeron las autoridades.
La prensa china informó el lunes que China detectó el primer caso de la variante ómicron del virus en la ciudad norteña de Tianjin. En los últimos días, algunos distritos de Ningbo, el principal puerto de Zhejiang, y la ciudad vecina de Shaoxing dijeron que también suspenderían algunas operaciones comerciales. En Zhenhai, un distrito de Ningbo con una gran base petroquímica, todas las empresas consideradas como no cruciales debieron cerrar, y los productores petroquímicos tuvieron que reducir la producción.
Varias empresas de la capital provincial Hangzhou, también anunciaron la suspensión de la producción. En tanto, cientos de vuelos desde Hangzhou fueron cancelados el martes. Zhejiang es una de las provincias chinas con PIB y exportaciones más elevados.
«El cierre de las fábricas de Zhejiang impactará la cadena de abastecimiento de varios sectores, especialmente fibras y textiles», dijo a AFP Zhaopeng Xing, responsable de China en ANZ Research.
Consideró que el impacto será similar a lo ocurrido en septiembre y octubre, cuando China aplicó un racionamiento energético para hacerle frente al desabastecimiento de electricidad.